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Dos caminos que concluyen.
Dos caminos que concluyen en un lugar emblemático, el pozo del Secretario y el jardín de abajo.
El Pozo del Secretario es un pozo de agua no potable, donde las mujeres iban a por agua con los cántaros en la cabeza. El agua se utilizaba para el consumo humano, incluyendo a los recién nacidos, y también para hacer la limpieza de la casa, suelos, cacharros.......
El marido, en los festivos o cuando estaba en el paro, ayudaba en esta tarea a la señora de la casa y a su burrita de ir y venir al trabajo o a por leña al campo, le ponía las aguaderas de dos o cuatro cántaros y con esta tarea aliviaba el trabajo al ama de la casa.
El Jardín de Abajo es un terreno de pocas dimensiones junto al pozo. Este tenía moreras y eran muy visitadas por los muchachos y muchachas para coger sus apetecidas moras y hojas para los gusanos de seda. Los chicos gateaban por el tronco para subir al árbol y coger sus frutos más bien de la parte superior, las chicas preferentemente lo hacían desde el suelo con una vara larga para hacer caer las hojas o moras.
Dos caminos que concluyen en un lugar emblemático, el pozo del Secretario y el jardín de abajo.
El Pozo del Secretario es un pozo de agua no potable, donde las mujeres iban a por agua con los cántaros en la cabeza. El agua se utilizaba para el consumo humano, incluyendo a los recién nacidos, y también para hacer la limpieza de la casa, suelos, cacharros.......
El marido, en los festivos o cuando estaba en el paro, ayudaba en esta tarea a la señora de la casa y a su burrita de ir y venir al trabajo o a por leña al campo, le ponía las aguaderas de dos o cuatro cántaros y con esta tarea aliviaba el trabajo al ama de la casa.
El Jardín de Abajo es un terreno de pocas dimensiones junto al pozo. Este tenía moreras y eran muy visitadas por los muchachos y muchachas para coger sus apetecidas moras y hojas para los gusanos de seda. Los chicos gateaban por el tronco para subir al árbol y coger sus frutos más bien de la parte superior, las chicas preferentemente lo hacían desde el suelo con una vara larga para hacer caer las hojas o moras.