El pato en enturbiar las claras
fuentes
de este
valle purísimo obcecado
revuelve con el fondo encenagado
los graciosos
espejos trasparentes;
¡lástima que desdeñe las corrientes
de un brillo tan hermoso y azulado,
donde lucir pudiera entre la espuma,
por hundir en el fango el alba pluma!