Cervatilla, cuitá, ten cuidiao con los de la ONCE, que algunos, los mu joios, no ven pero palpan (Ja, ja, ja,- que dijera Realito-) Mu’gueno. Hablando de los cupones, me acuerdo de uno de la calle Pintores- en mis buenos tiempos- que vendía los iguales: ¡Dos iguales para hoy!- decía-, No sé si sigue funcionando el mismo sistema. Estaba con la chivata dando golpes en el suelo y con los cupones colgaos por to el cuerpo; formaban parte del paisaje. Ahora creo que les han puesto un kiosco, y más parecen de prensa que otra cosa. También tienen derecho los hombres a resguardarse de los malos tiempos aunque yo, desde la nostalgia, los recuerde de aquella manera. Un saludo. PC