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MEMBRIO: Buenas noches, ADL como siempre aquie se esturian las...

Pongo un enlace (no sé si funcionará directamente, o tendréis que copiar en la barra de búsqueda). Es un documento muy interesante sobre la Ruta de los Molinos, realizado por un programa que intenta poner en valor el Patrimonio Rural de la Obra Pública. Espero que a los que escribís sobre temas de Patrimonio os pueda interesar. Seguro que a Flordenora también le interesa.

http://www. vaprop. es/rutas/la-rivera-de-los-moli nos-una-ruta-por-la-tradicion- molendera-de-la-comarca/ (En la columna de la derecha en el apartado de “búsqueda avanzada” pueden buscar los municipios dónde se han realizado los trabajos)

Un saludo

Buenas noches, ADL como siempre aquie se esturian las letras y hai que quitar espacios... y dos clicks. Con la primera foto ya sabia donde era rodeado de eucalictos, pero siempre pasamos de largo. Seria un buen area de descanso.

<< Pero el trabajo dentro de el molino no era toda su ocupación, también debía preocuparse del mantenimiento de las piezas y de los elementos auxiliares cuando no estaba moliendo. Los elementos sumergidos debían sustituirse a menudo, sobre todo cuando estaban fabricados en madera.

Habitualmente, era el propio molinero el que se encargaba de su fabricación. Debía reparar las fugas del canal y los deterioros en el azud después de una crecida en el río. Todo este trabajo le mantenía fuera del molino muchas horas, incluso jornadas enteras, de modo que debía encargar su vigilancia a alguien de confianza. Su mujer solía ser la persona más habitual en estas labores de vigilancia, y también de molienda, de modo que la condición de molinera era casi consustancial a la de su marido. La molinera era una mujer susceptible de comentarios y habladurías en los pueblos, ya que a diferencia del resto de las mujeres casadas, se pasaba muchas horas del día, y también de la noche, sola sin compañía de su marido. La ubicación, a menudo aislada, de los molinos alimentaba la imaginación de los que elucubraban con furtivas visitas nocturnas de amantes.

En la tradición rural, oral y escrita, las aventuras de la molinera y las desventuras de su desdichado marido han entretenido las tardes de muchos vecinos, incluso ha sido interpretadas en obras de teatro por autores de renombre, como Alejandro Casona, en su obra La Molinera de Arcos, que inspiró a Pedro Antonio de Alarcón en su célebre obra El sombrero de Tres Picos, en la que el lujurioso corregidor del pueblo con su sombrero de tres picos, se enamora de la mujer del molinero.

La actividad molinera, desde su arquitectura, el proceso de molienda o las personas a las que ocupaba, ha alimentado el patrimonio inmaterial español tanto que aún hoy utilizamos expresiones como agua pasada no mueve molino, o de molino cambiarás pero de ladrón no escaparás… pero esto… es harina de otro costal… >>