las miradas se cruzan,
el placer acaricia las almas.
El amor abre las
puertas
de la tierna infancia,
danzan las fantasías,
las emociones asoman.
Los labios sonrientes
murmuran misteriosos secretos,
las ilusiones no se detienen,
la vida chorrea
felicidad.
María Griselda García Cuerva