Basta un poco de espiritu aventurero
para estar siempre satisfecho.
Pero en esta vida, gracias a Dios,
nada sucede como deseábamos,
como suponiámos,
ni como teniámos previsto.
Pero hay que dar gracias a Dios,
por lo que se tiene,
pues ahí comienza, el
arte de vivír.
Buenas
noches y hasta mañana.