Buenos días foro.
HACIA UNA ECONOMÍA INOCENTE Y ABUNDANTE
“En el juego de la dualidad la inocencia se pierde cuando, por primera vez, los dos polos en vez de sustentarse entre sí compiten, la caída está asegurada… los dramas tienen el terreno abonado.
La competitividad en la que se fundamenta nuestra “economía” mantiene permanentemente el desequilibrio, agotando a los polos en su enfrentamiento, y garanti... zando que nunca todos podamos ganar a la vez; es el desgaste típico de una guerra. Si queremos salir de este juego es necesario recuperar nuestra inocencia: dejar de vivir como una necesidad el hecho de que tiene que haber ganadores y perdedores. Los polos pueden darse la mano y apoyarse entre sí, sustentando una economía más allá de la dualidad, en la que todos ganamos y en la que la creatividad sume en vez de restar, en definitiva, una economía de auténtica abundancia que ayude a sentirnos abundantes. ¿Cómo comenzar…? Como se comienza cualquier gran obra: creyendo que es posible y siendo consecuente con ello en nuestra propia vida. ¡Es una gran aventura! ¿Te animas …?”
HACIA UNA ECONOMÍA INOCENTE Y ABUNDANTE
“En el juego de la dualidad la inocencia se pierde cuando, por primera vez, los dos polos en vez de sustentarse entre sí compiten, la caída está asegurada… los dramas tienen el terreno abonado.
La competitividad en la que se fundamenta nuestra “economía” mantiene permanentemente el desequilibrio, agotando a los polos en su enfrentamiento, y garanti... zando que nunca todos podamos ganar a la vez; es el desgaste típico de una guerra. Si queremos salir de este juego es necesario recuperar nuestra inocencia: dejar de vivir como una necesidad el hecho de que tiene que haber ganadores y perdedores. Los polos pueden darse la mano y apoyarse entre sí, sustentando una economía más allá de la dualidad, en la que todos ganamos y en la que la creatividad sume en vez de restar, en definitiva, una economía de auténtica abundancia que ayude a sentirnos abundantes. ¿Cómo comenzar…? Como se comienza cualquier gran obra: creyendo que es posible y siendo consecuente con ello en nuestra propia vida. ¡Es una gran aventura! ¿Te animas …?”