Salieron y se lo dijeron a las vecinas. Una dijo:
–Conozco a Penenino, que tiene una porra de cien quintales.
Entonces fueron a llamarle, y vino Penenino, entró en la
habitación, y la cabra dijo:
–Soy la cabra cornicabra,
corremonte, correvalle
papaniños, papafrailes;
–Conozco a Penenino, que tiene una porra de cien quintales.
Entonces fueron a llamarle, y vino Penenino, entró en la
habitación, y la cabra dijo:
–Soy la cabra cornicabra,
corremonte, correvalle
papaniños, papafrailes;