Al alba y a la alborada
se levanta como un rayo
con su cresta colorada,
en menos que canta un gallo.
Y con su quiquiriquí
se desmayan las gallinas
por acullá y por aquí.
El gallo malayo juega
con un pañuelo de tul
a la gallinita ciega
con una gallina azul.
se levanta como un rayo
con su cresta colorada,
en menos que canta un gallo.
Y con su quiquiriquí
se desmayan las gallinas
por acullá y por aquí.
El gallo malayo juega
con un pañuelo de tul
a la gallinita ciega
con una gallina azul.