A UN ANCIANO PASTOR EXTREMEÑO.
La ingenua mansedumbre del cordero
tú tienes reflejada en tu mirada
y, en tus ojos, se encuentra arrinconada
la tristeza, redonda como un cero.
En un largo balido lastimero
de una cándida oveja descarriada
se convierte tu vida, condenada
a seguir al rebaño bullanguero.
Cotidiana y monótona rutina
es tu vida en el pardo pergamino
de esta tierra del cardo y de la encina.
Has perdido en ganado tu destino,
sumiso a esa severa disciplina
de un duro caminar sin un camino…
La ingenua mansedumbre del cordero
tú tienes reflejada en tu mirada
y, en tus ojos, se encuentra arrinconada
la tristeza, redonda como un cero.
En un largo balido lastimero
de una cándida oveja descarriada
se convierte tu vida, condenada
a seguir al rebaño bullanguero.
Cotidiana y monótona rutina
es tu vida en el pardo pergamino
de esta tierra del cardo y de la encina.
Has perdido en ganado tu destino,
sumiso a esa severa disciplina
de un duro caminar sin un camino…