Augures extremeños: Cuando las aves describen el futuro.
1-Extremadura abunda en adivinos. De hecho, “adivinos” es el nombre que reciben habitualmente los habitantes de la localidad de Almoharín (Cáceres).
Y es que conocer de antemano lo que sucederá en el futuro ha sido siempre una necesidad inmanente en el hombre.
Parece comprobado que los augures lusitanos hacían sacrificios humanos como método adivinatorio, aunque también adivinaban analizando las venas del costado o incluso utilizando simplemente el tacto, lo que a todas luces era más limpio menos embarazoso para el analizado.
Con la llegada de los romanos a Lusitania los humanos dejan de servir de “horóscopo” y las aves pasan a ocupar su puesto. La adivinación romana era un proceso sumamente complejo, por lo que se requería una estricta especialización dentro del Colegio de los Augures.
1-Extremadura abunda en adivinos. De hecho, “adivinos” es el nombre que reciben habitualmente los habitantes de la localidad de Almoharín (Cáceres).
Y es que conocer de antemano lo que sucederá en el futuro ha sido siempre una necesidad inmanente en el hombre.
Parece comprobado que los augures lusitanos hacían sacrificios humanos como método adivinatorio, aunque también adivinaban analizando las venas del costado o incluso utilizando simplemente el tacto, lo que a todas luces era más limpio menos embarazoso para el analizado.
Con la llegada de los romanos a Lusitania los humanos dejan de servir de “horóscopo” y las aves pasan a ocupar su puesto. La adivinación romana era un proceso sumamente complejo, por lo que se requería una estricta especialización dentro del Colegio de los Augures.