El trabajo del augur.
4-No es fácil, aunque lo parezca. No solo debe conocer tipo de aves y pajarracos, sino que una vez localizado el bicho alado debe observar primero la dirección en la que vuelan, después la altura que alcanzan, las trayectorias que toma y el ritmo del aleteo.
En el caso de las oscinas, además de estas observaciones, conviene tener muy presente la intensidad, frecuencia y duración de los graznidos. No es conveniente que la corneja sea demasiado charlatana, o que el cuervo grazne con voz ronca. Tiene importancia, incluso, dónde se posa el ave. Es favorable que el graznido del picoverde y de la corneja proceda del lado izquierdo, pero con el cuervo sucede lo contrario. En fin, de nota.
Los augures de la Lusitania Romana han sobrevivido hasta nuestros días, disolviéndose un poquito en cada uno de nosotros. Y es que de todos es sabido que cuando alrededor de una persona vuela una paloma blanca, es porque se va a recibir una buena noticia. Si la paloma es negra la noticia será mala. Todo muy básico.
4-No es fácil, aunque lo parezca. No solo debe conocer tipo de aves y pajarracos, sino que una vez localizado el bicho alado debe observar primero la dirección en la que vuelan, después la altura que alcanzan, las trayectorias que toma y el ritmo del aleteo.
En el caso de las oscinas, además de estas observaciones, conviene tener muy presente la intensidad, frecuencia y duración de los graznidos. No es conveniente que la corneja sea demasiado charlatana, o que el cuervo grazne con voz ronca. Tiene importancia, incluso, dónde se posa el ave. Es favorable que el graznido del picoverde y de la corneja proceda del lado izquierdo, pero con el cuervo sucede lo contrario. En fin, de nota.
Los augures de la Lusitania Romana han sobrevivido hasta nuestros días, disolviéndose un poquito en cada uno de nosotros. Y es que de todos es sabido que cuando alrededor de una persona vuela una paloma blanca, es porque se va a recibir una buena noticia. Si la paloma es negra la noticia será mala. Todo muy básico.