Es muy importante ser, más aun sentirse. Pluscuamperfecto, de estructura humana, compartir; luchar al fin contra la deshumanización. Nosotros, somos quienes somos. He jugado con un niño; la pelota, para él, era la Luna. Y, os he echado de menos, he de decirlo. Sólo de la desgracia sale la inspiración. Poetas malditos. Gracias. Os veo. PC
SUEÑO EN LA DISTANCIA
Por aquí, suena mucho el silencio;
silencio profundo y negro.
Algunas veces, más de las que debiera,
suena el eco sordo de los
mecanismos físicos de la discordia...
un tanto lejos, pero muy cerca.
Ni que decir tiene que, después
de los sonidos, aparece la calma tensa
que precede a otra tormenta.
Y, vuelta de nuevo a comenzar.
Lo más cerca que me encuentro
de los paisajes melancólicos
de los panes y quesos es el cartel,
equidistante entre vacio y deseo.
Y he de decir que, ni los pasajes de vino
y cuentos que a veces me acompañan,
son capaces de socavar el sueño que añora
el dulce sonido de acordeón y guitarra;
guitarra y acordeón de miel de jara.
Y sueño en abstracto con lo cierto
en acordes de añoranzas y recuerdos;
memorias, charcos, regatos, cementerios…
Corro tras un balón en “el alto la charca”;
mal, siempre corrí mal tras el circular cuero.
Pero, siempre lo supe, es cosa natural.
Como sé que tengo ojos porque me miran;
y, cuando los cierro veo, en lejana percepción,
el profundo olor a niñez y adolescencia
entre moscas ahítas de encinas blancas.
¿Por qué allí, el verde, es tan esperanza?
Por la misma razón que los sueños
de la noche vienen a fenecer con el alba.
También deslizo la yema de mis dedos
por entre la piel de seda de mis montañas.
Suenan otra vez los acordes pétreos de la nada…
Más que ver huelo, como Baudelaire,
el colorido de las primaveras de mi infancia,
y el aroma bucólico, y el beso…
¡Cómo los percibo, aquí, en la distancia!
PC
SUEÑO EN LA DISTANCIA
Por aquí, suena mucho el silencio;
silencio profundo y negro.
Algunas veces, más de las que debiera,
suena el eco sordo de los
mecanismos físicos de la discordia...
un tanto lejos, pero muy cerca.
Ni que decir tiene que, después
de los sonidos, aparece la calma tensa
que precede a otra tormenta.
Y, vuelta de nuevo a comenzar.
Lo más cerca que me encuentro
de los paisajes melancólicos
de los panes y quesos es el cartel,
equidistante entre vacio y deseo.
Y he de decir que, ni los pasajes de vino
y cuentos que a veces me acompañan,
son capaces de socavar el sueño que añora
el dulce sonido de acordeón y guitarra;
guitarra y acordeón de miel de jara.
Y sueño en abstracto con lo cierto
en acordes de añoranzas y recuerdos;
memorias, charcos, regatos, cementerios…
Corro tras un balón en “el alto la charca”;
mal, siempre corrí mal tras el circular cuero.
Pero, siempre lo supe, es cosa natural.
Como sé que tengo ojos porque me miran;
y, cuando los cierro veo, en lejana percepción,
el profundo olor a niñez y adolescencia
entre moscas ahítas de encinas blancas.
¿Por qué allí, el verde, es tan esperanza?
Por la misma razón que los sueños
de la noche vienen a fenecer con el alba.
También deslizo la yema de mis dedos
por entre la piel de seda de mis montañas.
Suenan otra vez los acordes pétreos de la nada…
Más que ver huelo, como Baudelaire,
el colorido de las primaveras de mi infancia,
y el aroma bucólico, y el beso…
¡Cómo los percibo, aquí, en la distancia!
PC
Mi querido pluscuamperfectogentilgalántic ocaballero y torinos,
¡qué lejos estás y qué cerca te siento!
y es que 6000 km no son nada,
si hablamos de sentimientos.
Paloma ligera que surcas el cielo;
naciste en encina de tierra brava,
cada vez que veo que levantas el vuelo,
un puñal de hielo se me clava.
¡Así que tú, en las Bahamas;
y yo, en el Pueblo metío!;
con lo fácil que hubiese sío
quedarme contigo en la cama,
p´a que no te hubieses ío.
Así lo quiso el destino, aunque me gustaría creer que no te jugó una mala pasada; solo el verte con esos niños me hace pensar que mereció la pena los 6000 km recorridos de ida y los 6000 que harás a la vuelta, si es que aún no has venido.
De tus versos se desprende una gran dosis de melancolía, aunque no dudo que esa experiencia te habrá hecho aún más fuerte, porque más hombre es imposible que te hiciera.
Me despido deseando verte pronto, y ya buscaremos la forma de ahogar las penas.
PD.:
Haz lo posible que para el próximo destino te manden a Salorino.
¡qué lejos estás y qué cerca te siento!
y es que 6000 km no son nada,
si hablamos de sentimientos.
Paloma ligera que surcas el cielo;
naciste en encina de tierra brava,
cada vez que veo que levantas el vuelo,
un puñal de hielo se me clava.
¡Así que tú, en las Bahamas;
y yo, en el Pueblo metío!;
con lo fácil que hubiese sío
quedarme contigo en la cama,
p´a que no te hubieses ío.
Así lo quiso el destino, aunque me gustaría creer que no te jugó una mala pasada; solo el verte con esos niños me hace pensar que mereció la pena los 6000 km recorridos de ida y los 6000 que harás a la vuelta, si es que aún no has venido.
De tus versos se desprende una gran dosis de melancolía, aunque no dudo que esa experiencia te habrá hecho aún más fuerte, porque más hombre es imposible que te hiciera.
Me despido deseando verte pronto, y ya buscaremos la forma de ahogar las penas.
PD.:
Haz lo posible que para el próximo destino te manden a Salorino.
Queridos foreros:
De vuelta por la Patria, aunque un tanto obnubilado, os saludo. Escribo sobre el mensaje de Baleares, por cuestiones obvias, aunque lo haría sobre cualquier otro con la misma familiaridad. El amigo Baleares, siempre tiene el don de emocionar; cosa, por cierto, harto difícil. He de reprocharle, no obstante, que me desee para mi próximo destino un viaje a “Salorino”. Siempre fui hombre pacífico y no tuve problemas en población tan cercana y querida para nosotros; pero, últimamente, huyo de conflictos. Ignoro, aunque imagino, cómo haremos para ahogar las penas sin ahogarnos nosotros en ellas. Afina tu poderosa arma y te acompañaré. Saludos para todos y ya iré poniéndome en contacto con el personal. Ahora estoy aun en el desierto. PC
De vuelta por la Patria, aunque un tanto obnubilado, os saludo. Escribo sobre el mensaje de Baleares, por cuestiones obvias, aunque lo haría sobre cualquier otro con la misma familiaridad. El amigo Baleares, siempre tiene el don de emocionar; cosa, por cierto, harto difícil. He de reprocharle, no obstante, que me desee para mi próximo destino un viaje a “Salorino”. Siempre fui hombre pacífico y no tuve problemas en población tan cercana y querida para nosotros; pero, últimamente, huyo de conflictos. Ignoro, aunque imagino, cómo haremos para ahogar las penas sin ahogarnos nosotros en ellas. Afina tu poderosa arma y te acompañaré. Saludos para todos y ya iré poniéndome en contacto con el personal. Ahora estoy aun en el desierto. PC
querido paisano, me alegro de que estes por estos lares, y como no de que te encuentres agusto, l y l