Estos costales eran de mi padre y llenos de trigo pesaban de lo lindo manejándolos en la comarcal, había que descargarlos del carro, pesarlos y subir por unas escaleras para vaciarlos en una de las dos trojes que había, me acuerdo que en esta dichosa comarcal los labradores y obreros en pleno verano en este trabajo se daban buenas sudadas con los costales al hombro.