MEMBRIO: Vamos a ver, querido CaPi, al que éste quiere en la...

¿Alguna vez te has detenido a escuchar el silencio? ¿Alguna vez te has detenido con la única finalidad de callar? El silencio es una virtud, y hace falta práctica para perfeccionar el arte del silencio y la tranquilidad. Y es muy beneficioso. Esta quietud te imparte tranquilidad mental, porque la mente también debe guardar silencio para poder disfrutar de lleno de ese estado de tranquilidad y quietud.
Os dejo en esa paz y os deseo un buen día.
Abracicos

“Que descansada vida la que huye del mundanal ruido”…eso es lo que dijo un fraile que siendo “De León” había nacido en un pueblo de Cuenca (Belmonte) – Cosas de la vida- El silencio no existe, tú lo dices cuando te detienes a escucharlo, es todo ruido. A veces, es rumor; otras eco. En todo caso, siempre habla; cuando estás acompañado y cuando estás solo. Igualmente, cuando estás solo, estás con el mundo; otras, estando con el mundo, estás solo. Lo impresionante, desde mi experiencia, es cuando estás con el silencio, sobre todo cuando es hijo de la soledad. Supongo, coralina, que te refieres al hilo de agua que baja del manantial sereno que brota de la sierra celeste. Añoro, como Machado, las moscas en el salón familiar. Cuídate y beso. PC

PPC. Yo sé que te explicas de maravillas pero, en esta ocasión, me acabas de hacer tal lío que ya no sé si, para estar en silencio, tengo que decirle a Visi que se calle o me tengo que ir al patio del colegio que está frente a mi casa. Se te quiere.

Vamos a ver, querido CaPi, al que éste quiere en la misma proporción en que se sabe querido. Cuando tú, a Visi, cuando eras su novio y tenías las limitaciones espaciales y de las otras propias de los tiempos, querías decirle lo que querías pero no podías o debías ¿Cómo se lo decías? A voz en grito en mitad de la plaza o con la sutileza de la mirada, los gestos, etc. etc. Por tanto, es posible que en mitad del griterío del patio del colegio, no te enteres de nada porque tu coco está pensando y hablando con aquella señora despampanante que viste cierto día en el mercado. De otra parte, cuando Visi está hablando y no te deja tranquilo ¿No sueles irte a la cocina y hablar contigo mismo y, a veces, decir para tu interior: “La leche joia, no se calla”? Eso sí, todos estos rollos mentales no es conveniente tenerlos cuando se conduce.
Bueno, lo de Visi es un ejemplo, no se nos vaya a enfadar, porque sabe, como tú, que se os quiere. Ni no te convence la explicación te doy otra más escatológica. Un abrazo. PC