MEMBRIO: OCURRIÓ UN DÍA COMO HOY....

OCURRIÓ UN DÍA COMO HOY.

Lope de Aguirre (Valle de Aráoz, Guipúzcoa, nacido entre 1511 y 1516 - y muerto en Barquisimeto, Venezuela 27 de octubre de 1561), apodado El Loco por los españoles, también El Peregrino como se denominaba a sí mismo y El Tirano.

Fue un explorador vasco y conquistador de Sudamérica, que posteriormente se rebeló contra la monarquía española. Aguirre se rebeló contra el rey Felipe II de España, al que envió cartas con un lenguaje correcto pero rebelde. Como consecuencia, él y sus hombres fueron perseguidos a lo largo de miles de millas.
Cuando Francisco Pizarro volvió de Perú con las noticias de los fabulosos tesoros. Aguirre entonces con 21 años, se encontraba en Sevilla. Las noticias de las grandes cantidades de oro lo animaron alistarse en una expedición de 250 hombres, bajo el mando de Rodrigo Buran. Llegó a Perú hacia 1536 o 1537, y pronto fue conocido por su violencia, crueldad y tendencias sediciosas.
Se enroló junto con Cristóbal Vaca de Castro y en 1538 participó entre otras en la Batalla de las Salinas. En 1544 estaba del lado del primer virrey del Perú, Blasco Núñez Vela, que llegó de España con órdenes de implantar las Leyes Nuevas, acabar con las encomiendas y liberar a los nativos. A los conquistadores que ya estaban en Perú no les gustaron estas leyes, que les prohibían explotar a los indios. Esto llevó a que Gonzalo Pizarro y Francisco de Carvajal organizaran un ejército con la intención de suprimir estas leyes y derrotaran a Núñez en 1546. Lope de Aguirre, sin embargo, tomó parte en el complot de Melchor Verdugo para liberar al virrey y así se enfrentó a Gonzalo Pizarro. Después de que este intento fracasara, escapó de Lima a Cajamarca y comenzó a reclutar hombres para ayudar al virrey. Mientras tanto, el virrey había huido por mar a Tumbes y había formado un pequeño ejército, pensando en que todo el país se levantaría en favor del poder real. Entre todas sus aventuras fue herido en el pie derecho, lo que provocó una cojera permanente, y sus manos resultaron quemadas al disparar un arcabuz defectuoso.
La resistencia del virrey a Gonzalo Pizarro y su ayudante Francisco de Carvajal, conocido como El Demonio de los Andes, duró dos años. Finalmente fue derrotado en Añaquito el 18 de enero de 1546. Melchor Verdugo y Lope de Aguirre huyeron a Nicaragua embarcando en Trujillo con 33 hombres. Melchor Verdugo le había otorgado el rango de capitán a Rodrigo de Esquivel y Nuño de Guzmán; sargento mayor, a Lope de Aguirre, y contador, a P. Henao. Henao participaría posteriormente en la expedición de Pedro de Ursúa a Omagua y El Dorado.
En 1551, Lope de Aguirre volvió a Potosí (entonces parte de Perú). El juez Francisco de Esquivel lo arrestó, acusándolo de haber infringido las leyes de protección de los indios. El juez no tuvo en cuenta las razones de Aguirre y su defensa, que argumentaba que era hidalgo de buena familia, y fue sentenciado a ser azotado públicamente. Con su orgullo herido, Aguirre esperó hasta el final del mandato del juez. Temeroso de la venganza de Aguirre, el juez se escondía y cambiaba de residencia constantemente. Aguirre lo persiguió a Quito y después, de vuelta, a Cuzco. Cuenta la leyenda que Aguirre persiguió a Esquivel a pie durante tres años y cuatro meses, durante los que recorrió unos 6.000 km. Finalmente, Aguirre consumó su venganza en la mansión del magistrado en Cuzco. Fue condenado a muerte por este asesinato.

Al mando del veterano Pedro de Ursúa, el 26 de septiembre de 1560 partieron los expedicionarios navegando por el río Marañón (por ello adoptaron el sobrenombre de marañones). Eran algo más de 300 españoles, algunas decenas de esclavos negros y unos 500 sirvientes indios, embarcados en dos bergantines, dos barcazas chatas y unas cuantas balsas y canoas. Entre ellos figuraban Lope de Aguirre y su joven hija mestiza, llamada Elvira. Ursúa dio pábulo a la desconfianza porque solo pensaba en su amante mestiza Inés de Atienza.
Un año más tarde Aguirre participó en el derrocamiento y asesinato de Ursúa y poco después de su sucesor, Fernando de Guzmán, al que posteriormente sucedería Aguirre. Aguirre y sus hombres alcanzaron el Océano Atlántico (probablemente por el Río Orinoco) causando estragos entre las poblaciones nativas a su paso. El 23 de marzo de 1561, Aguirre instó a 186 capitanes y soldados a firmar una declaración de guerra al Imperio español que le proclamaba príncipe de Perú, Tierra Firme y Chile. Le mandó una carta a Felipe II explicándole sus planes de libertad y autogobierno firmada con el sobrenombre de "el traidor". Se deshizo de Inés matándola, al haber disputas entre sus hombres por estar con ella.
En 1561 tomó la Isla de Margarita, que controló con medidas de terror, ya que entró a sangre y fuego matando a más de 50 pobladores. Las poblaciones cercanas también fueron borradas del mapa. Mandó una nueva carta al rey español insultándolo, esta vez firmó como "el peregrino y como el Príncipe de la Libertad". Sin embargo, cuando pasó al continente en su intento de tomar Panamá, su abierta rebelión contra la monarquía española cambió de curso. Rodeado en Barquisimeto, desesperadamente llegó a matar a puñaladas a su propia hija, Elvira, hecho que justificó diciendo: "Porque alguien a quien quiero tanto no debería llegar a acostarse con personas ruines". También mató a varios de sus seguidores que intentaron capturarlo. Finalmente dos de los marañones le apuntaron con sus arcabuces; uno de ellos disparó, pero solo consiguió rozarlo, causando la mofa de Aguirre. El otro marañón sí acertó, matándolo en el acto. Su cuerpo fue descuartizado y enviado a varias ciudades de Venezuela, en donde sus restos fueron comidos por los perros. Su cabeza fue enjaulada y enviada a El Tocuyo. En un juicio post mortem fue declarado culpable de delito de lesa majestad.
Durante 10 meses llegó a asesinar a 72 personas de su expedición que él consideraba que no eran útiles o que no cooperaban en la empresa.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Buenas noches foro: Querido primo Virgo, me acaba de dar mi madre la fatal noticia.
Solo decirte que nos unimos a vustro dolor y que me embarga la pena por el fatal desenlace.
Que Dios la acoja en su seno y nos unimos a vuestras oraciones.
Se que es muy facil decirlo y muy dificil tenerlo en este momento Pero os pido animo y resignación
Un fuerte abrazo para toda la familia.