Primo VISPERAS, que recuerdos de nuestra infancia, al hilo del "arao", recuerdo siendo yo pequeño ver a mi padre arando con dos mulinas, en la suerte junto al Molino Canita y que recto hacía los surcos, pensandolo ahora, hay que ver que trabajo realizaban nuestros antepasados, surco a surco, las vueltas que daban al cabo del día, mucho cansancio, el trabajo poco reconocido, porque mas de una vez los mandamases de entonces se aprovechaban de ellos, aunque sabían que les engañaban no tenían donde recurrir para reclamar, total todo el día trabajando y con una sonrisa siempre en la boca, satisfacciones pocas, que contento cuando llegaba con la morrala llenas de pájaros que había cogido, poniendo las perchas en la besana, que ricos los pajarillos.
Añoranzas que tenemos siempre en nuestra mente.
Saludos
Añoranzas que tenemos siempre en nuestra mente.
Saludos