Amiga carni: estoy en la trinchera, observando como va la batalla, pero sigo ahí. ¡Ah!, y no pongas por delante al
amigo el
baleares, que tú eres la que tiene gana de acordeón. No te quiero dar envidia, pero un buen caldero lleno de migas, con unas sardinas, unos chicharrones, un buen café (con leche de
cabra), alrededor de una buena lumbre, una tertulia, y después una copita de aguardiente, y
música de la nuestra... ¡que!.