MEMBRIO: Como estan ustedes (no podia faltar), ENCINA pues todabia...

Yo me uno al cumple. LOREN los extremeños y andaluces tienen fama de hospitalidad ganada. LOLI mis felicitaciones por buena madre, paciente mujer y buena gente. La mejor directora de medios del BAIX.

He compartido en Face poemas extremeños que seguro te gustará escuchar. Un abrazo.

Como estan ustedes (no podia faltar), ENCINA pues todabia no le hemos dado al play, nos falta tiempo y cuando nos sentamos pero la oreja puesta. Como esta
pequeña historia leida en la red social, que no hemos verificado Me gusta... verificar que sea cierto para que sea mas bonito, por que la realidad nos da personas que parecen sacadas de un libro.

Libros para la paz

La mujer se llama Cleuza Aparecida Branco de Oliveira, de 47 años. Y su

historia la ha sacado a la luz el periodista Augusto Fiorin del diario

Folha de Sâo Paulo.

Cleuza, que trabaja en el basurero de la bonita ciudad de São José do

Rio Preto, en el Estado de Sâo Paulo, se encontraba con frecuencia con

obras de escritores famosos como Machado de Asís, José Saramago, Enrico

Verissimo o con libros de poemas de Drummond entre basuras varias.

Ella que siempre había soñado con tener una pequeña biblioteca en su

casa pobre de Mirassol, a cerca de 500 kilómetros de São Paulo, tuvo una

idea mejor: iniciar una pequeña biblioteca en el mismo basurero para que

los libros sirvieran para sus compañeros recogedores de basura como

ella.

Poco a poco, escarbando para sacar a la luz libros arrojados a la

basura, Cleuza llegó a juntar hasta 300 títulos. Y la biblioteca es ya

una realidad. La gestionan 11 recogedores de basura y cuenta con un

pequeño barracón donde hay un rincón para sentarse a leer y hasta una

área para escuchar música.

La biblioteca no cobra por prestar los libros, ni tiene burocracia de

registros. Se los lleva quién quiere y los devuelve sagradamente. Los

libros encontrados repetidos están a la venta a cincuenta centavos de

real cuyo valor se queda en la asociación.

El sueño de Cleuza es que sus colegas de trabajo en el basurero que

sepan leer, se apasionen por la lectura.