El
rincón de
Calle Parra está muy limpio y se nota que no hay nada de actividad, ni parras, ni
horno ni herrador y me parece que incluso no vive ningún vecino habitualmente, en tiempos ese rincón se ponía lleno de mulos y burros que se iban tan contentos con zapatos nuevos y si nos íbamos al rellano estaba igual.
Cosas de la "PATRIA CHICA" que nunca se olvidan aunque uno tenga Alzheimer.