Tampoco quiero dejar pasar el tiempo sin felicitar a esta bella dama, primero por la boda de su hijo, segundo por su casta membrillera y sobre todo por su alta elegancia y guapura, como diría un castizo donde hubo fuego siempre quedan cenizas, felicidades Amapola, esperamos verte pronto repartiendo alegrías como tu sabes hacer. Besos para ti de Caty y Vicente.