VALDIO, A. D. P. y mi hermano, tenian que hacer una ruta por el monte juntos, A. D. P. todo elegante y mi hermano con zapatillas de verano. ¿Te acuerdas cuando hicímos ésta ruta?
Pues tenemos al hijo menor, que le pasa un tanto igual. Va peripuesto vaya donde vaya. La verdad donde hemos siempre peripuesto al campo ha sido a la "Dehesa Casillas"; siempre nos tocaba hablar con sus dueños. En los primeros años era de película. Recordamos la primera vez, era un domingo por la tarde y trabajaba en Urgencias. De pronto suena el teléfono diciendo: Jorge te espera D. Iñigo. Sin dudarlo ni un instante, enseguida llamamos a un compañero y me pregunta que qué pasas. Vente para acá que me tengo que ir... ya te contaré, Llegó a la hora aproximadamente al cortijo, no sdirigimos al patio central, empieza a sonar todas las emisoras de Madrid. Madrid sabía que yo habia llegado allí. Sin mediar palabra dos guardalpaldas me invitan a montar en un todoterreno... yo no pregunto nada. Subimos a lo Alto de la Sierra... y alli estaba D. Iñigo y su señora Dña Victoria, junto a un perro con orejas caidas y medio metro de lengua fuera, que en vez en cuando venía, y de un lenguetazo casi nos caía,, ¡con el asco que nos da los perros! ¡Como nos puso la ropa!; pero mereció la pena. SALUDOS.