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Al rey Felipe IV- “El Pasmao”- los pelotas le decían el “Grande o el Planeta”. El genio de Quevedo, solía decir que era más grande cuanto más tierra le quitaban. Es verdad que fue el comienzo de la decadencia del imperio (Léase el famoso soneto del genial poeta: “Miré los muros de la patria mía/si un tiempo fuertes ya desmoronados…- Como ahora más o menos-) En lo que coinciden los historiadores es en que era un obseso sexual. Se le contabilizaron 48 hijos (37 fueron bastardos y 11 legítimos) Se lo hacía con toda la que pillaba despistada (Es de suponer que por Rey, más que por guapo) Con la que más fijeza tenía, parece ser, fue con la “Calderona”- una artista de aquellos tiempos- con la que tuvo un hijo al que educó como a un príncipe, pero que le salió rana. El muchacho se lo creyó y le pidió al padre casarse con una hermanastra con el objeto de reinar en un futuro. El rey, se percató de la jugada y lo mandó a freír espárragos- De ahí el dicho: “Al villano, le das el pie y te coge la mano”. De la época es el Sr. Conde-Duque de Olivares, al que Quevedo le escribía algunos versos, a su manera, claro. Saludos. PC