Pastel rustico de fresas: 3 huevos. 1 tacita de aceite de girasol. 1 vaso de leche templada. 1 y ½ tacita de azúcar. 1 cucharadita (postre) de canela. 1 ralladura de un limón. 1+1 sobres de gasifican te. 1 sobre de levadura en polvo (16 grs). 1 y ½ vaso de harina (mejor de repostería). 1 y ½ vaso de maicena (si no tenemos 3 vasos de harina). Fruta la que deseemos (a este le pusimos fresas toda la base llena). horno a 170º unos 30 minutos, pinchar y comprobar que sale seco.
La masa: En un bol ponemos los huevos, el azúcar y el aceite, batimos muy bien, lo pasamos a la amasadora y añadimos, la raspadura, los sobres de gasifican tés y la canela, mezclamos todo muy bien. Tendremos la harina, la maicena y la levadura mezclada y con un colador para tamizarlas, las vamos añadiendo a la amasadora poco a poco que se baya mezclando bien y que de una masa homogénea y no muy liquida. Reservamos tapada una horita.
El horno: En un molde de horno, lo engrasamos con mantequilla y empolvoramos con harina, añadimos la masa y la fruta que quede bien cubierto (si lo preferimos se la ponemos en la base), lo introducimos al horno ya caliente. Debemos vigilar no se nos dore mucho, si es preciso bajamos la temperatura, pinchamos y comprobamos nos salga seco el pincho. De todas maneras estos consejos son para orientaros, ya que los hornos suelen ser cada uno diferentes, el nuestro al ser nuevo debemos estar al tanto ya que coge mucha temperatura de seguida.
Esta masa es la que hacemos servir para las magdalenas, este día no teníamos moldes y no las pudimos hacer. Precalentamos el horno a 200º. Sobre la fuente del horno colocamos una bandeja que hay especial. Para magdalenas o bien moldes de aluminio y dentro de cada uno metemos un papel para magdalenas, rellenamos con masa que falte un dedo hasta el borde y horneamos a 200º durante cinco minutos. Bajamos la temperatura a 170º y seguimos cociendo hasta que las magdalenas estén listas, unos15 minutos más. Podemos decorarlas con fruta confitada, frutos secos o virutas de chocolate.
La masa: En un bol ponemos los huevos, el azúcar y el aceite, batimos muy bien, lo pasamos a la amasadora y añadimos, la raspadura, los sobres de gasifican tés y la canela, mezclamos todo muy bien. Tendremos la harina, la maicena y la levadura mezclada y con un colador para tamizarlas, las vamos añadiendo a la amasadora poco a poco que se baya mezclando bien y que de una masa homogénea y no muy liquida. Reservamos tapada una horita.
El horno: En un molde de horno, lo engrasamos con mantequilla y empolvoramos con harina, añadimos la masa y la fruta que quede bien cubierto (si lo preferimos se la ponemos en la base), lo introducimos al horno ya caliente. Debemos vigilar no se nos dore mucho, si es preciso bajamos la temperatura, pinchamos y comprobamos nos salga seco el pincho. De todas maneras estos consejos son para orientaros, ya que los hornos suelen ser cada uno diferentes, el nuestro al ser nuevo debemos estar al tanto ya que coge mucha temperatura de seguida.
Esta masa es la que hacemos servir para las magdalenas, este día no teníamos moldes y no las pudimos hacer. Precalentamos el horno a 200º. Sobre la fuente del horno colocamos una bandeja que hay especial. Para magdalenas o bien moldes de aluminio y dentro de cada uno metemos un papel para magdalenas, rellenamos con masa que falte un dedo hasta el borde y horneamos a 200º durante cinco minutos. Bajamos la temperatura a 170º y seguimos cociendo hasta que las magdalenas estén listas, unos15 minutos más. Podemos decorarlas con fruta confitada, frutos secos o virutas de chocolate.