Como en la vida todo cambia, esta
huerta cambió de dueña, ya es de mi hermana Ana y la verdad es que viene poco por el
pueblo, una pena, pero la vida es así. En esa
casa vivió la tia Mariapanta, no tenía cobijo y mi madre (q. e. d.) le dió una casina que estaba antes del
pozo Salorino y la de la huerta, me acuerdo que murió solita en esa casa.