ORDEN DE ÁLCANTARA.
Orden de Alcántara es una orden militar creada en el año 1154 en el Reino de León. Es una de las cuatro grandes Órdenes militares españolas, siendo las otras tres las de Santiago, Calatrava y Montesa.
Fundación. Nació en las riberas del Río Côa, en la Beira Alta (Portugal) entonces territorio del reino de León bajo el nombre de Orden de saxulian del pereiro en lengua leonesa (Orden de San Julián del Pereiro), fundada en 1093 para defender las fronteras sur oeste del reino de León.
Tras su conquista a los musulmanes, la defensa de la ciudad de Alcántara fue otorgada a la Orden de Calatrava en 1214, pero cuatro años más tarde renunciaron por la lejanía a Calatrava. Entonces Alfonso IX de León encomendó la defensa a la recientemente formada orden de los Caballeros de Julián de Pereiro a cambio de cierta dependencia de filiación con respecto a la orden de Calatrava, de ahí que adoptasen también la regla del Císter. A raíz del establecimiento de su sede central en la villa recibida, el primitivo nombre de orden de San Julián fue desapareciendo paulatinamente, hasta que en 1253 sus maestres se titulaban «maestres de la orden de Alcántara», quedando reducida San Julián Pereiro a ser una simple encomienda de la orden.
Posesiones. Sus primeras posesiones se ubicaban más al norte de lo que luego sería el núcleo principal de asentamiento. Comenzaron a crecer cuando, a la recibida villa de Alcántara, se sumaron Santibáñez y Portezuelo, tras ganar un pleito a la orden del Temple, así como Navasfrías, donada por Alfonso IX, y Valencia de Alcántara, conquistada por los caballeros de la orden en 1220. De esta forma quedó configurado su bloque fundamental de posesiones en el partido de Alcántara, al oeste de la provincia de Cáceres.
El comienzo de su asentamiento en el este de la provincia de Badajoz, en la comarca de La Serena, que sería el otro gran núcleo del señorío de la orden, tiene lugar en 1231 cuando conquista Magacela, que sería donada definitivamente a la orden tres años después por Fernando III el Santo como compensación por ciertos derechos alegados sobre la villa de Trujillo. Magacela se constituye en encomienda y se crea un priorato con jurisdicción en el territorio vecino. Al mismo tiempo la orden recibe el encargo del rey de repoblar Zalamea, conquistada por esos años.
Tras la conquista de Córdoba en 1236 por Fernando III, se puede decir que la orden completó en la práctica sus posesiones. Entonces les fueron donadas Benquerencia y Esparragal, esta última conquistada por los templarios. Su señorío, no obstante, no se redondearía hasta comienzos del siglo XIV, cuando consiguió la donación del castillo de Eljás en 1302 y de Villanueva de la Serena un año después. Aunque la orden participó en la conquista de Andalucía, apenas recibió donaciones en esta región, limitadas a los castillos de Morón y Cote y el lugar del Arahal, que le fueron donados por Sancho IV en 1285, pero permutados con Pedro Girón en el siglo XV (1461) a cambio de Salvatierra, Villanueva de la Barcarrota y el castillo de Azagala.
En 1492 el Rey Católico Fernando II de Aragón consiguió del Papa Alejandro VI la concesión del título de Gran Maestre de la orden con carácter vitalicio. Entonces, los territorios de los alcantarinos abarcaban parte de la actual provincia de Cáceres en su límite con Portugal, las estribaciones de la Sierra de Gata y gran parte de la zona oriental de la provincia de Badajoz (comarca de La Serena). Una extensión aproximada de 7000 km², sin incluir algunas posesiones aisladas en Andalucía y Castilla.
Orden de Alcántara es una orden militar creada en el año 1154 en el Reino de León. Es una de las cuatro grandes Órdenes militares españolas, siendo las otras tres las de Santiago, Calatrava y Montesa.
Fundación. Nació en las riberas del Río Côa, en la Beira Alta (Portugal) entonces territorio del reino de León bajo el nombre de Orden de saxulian del pereiro en lengua leonesa (Orden de San Julián del Pereiro), fundada en 1093 para defender las fronteras sur oeste del reino de León.
Tras su conquista a los musulmanes, la defensa de la ciudad de Alcántara fue otorgada a la Orden de Calatrava en 1214, pero cuatro años más tarde renunciaron por la lejanía a Calatrava. Entonces Alfonso IX de León encomendó la defensa a la recientemente formada orden de los Caballeros de Julián de Pereiro a cambio de cierta dependencia de filiación con respecto a la orden de Calatrava, de ahí que adoptasen también la regla del Císter. A raíz del establecimiento de su sede central en la villa recibida, el primitivo nombre de orden de San Julián fue desapareciendo paulatinamente, hasta que en 1253 sus maestres se titulaban «maestres de la orden de Alcántara», quedando reducida San Julián Pereiro a ser una simple encomienda de la orden.
Posesiones. Sus primeras posesiones se ubicaban más al norte de lo que luego sería el núcleo principal de asentamiento. Comenzaron a crecer cuando, a la recibida villa de Alcántara, se sumaron Santibáñez y Portezuelo, tras ganar un pleito a la orden del Temple, así como Navasfrías, donada por Alfonso IX, y Valencia de Alcántara, conquistada por los caballeros de la orden en 1220. De esta forma quedó configurado su bloque fundamental de posesiones en el partido de Alcántara, al oeste de la provincia de Cáceres.
El comienzo de su asentamiento en el este de la provincia de Badajoz, en la comarca de La Serena, que sería el otro gran núcleo del señorío de la orden, tiene lugar en 1231 cuando conquista Magacela, que sería donada definitivamente a la orden tres años después por Fernando III el Santo como compensación por ciertos derechos alegados sobre la villa de Trujillo. Magacela se constituye en encomienda y se crea un priorato con jurisdicción en el territorio vecino. Al mismo tiempo la orden recibe el encargo del rey de repoblar Zalamea, conquistada por esos años.
Tras la conquista de Córdoba en 1236 por Fernando III, se puede decir que la orden completó en la práctica sus posesiones. Entonces les fueron donadas Benquerencia y Esparragal, esta última conquistada por los templarios. Su señorío, no obstante, no se redondearía hasta comienzos del siglo XIV, cuando consiguió la donación del castillo de Eljás en 1302 y de Villanueva de la Serena un año después. Aunque la orden participó en la conquista de Andalucía, apenas recibió donaciones en esta región, limitadas a los castillos de Morón y Cote y el lugar del Arahal, que le fueron donados por Sancho IV en 1285, pero permutados con Pedro Girón en el siglo XV (1461) a cambio de Salvatierra, Villanueva de la Barcarrota y el castillo de Azagala.
En 1492 el Rey Católico Fernando II de Aragón consiguió del Papa Alejandro VI la concesión del título de Gran Maestre de la orden con carácter vitalicio. Entonces, los territorios de los alcantarinos abarcaban parte de la actual provincia de Cáceres en su límite con Portugal, las estribaciones de la Sierra de Gata y gran parte de la zona oriental de la provincia de Badajoz (comarca de La Serena). Una extensión aproximada de 7000 km², sin incluir algunas posesiones aisladas en Andalucía y Castilla.