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CRONICA SOCIAL-. PELIGRA LA CLASE MEDIA.
Un hombre como cualesquiera, tan parecido a nosotros que se nos hace, que podríamos ser uno mismo, ninguno estamos muy lejos de una vida engordada de sucesos opulentos venidos a menos, la realidad esta aposentada en el lumbral de nuestro refugio, bueno eso creíamos, la habitaciones se achican, al salón más de lo mismo, maldecimos la hora que decidimos comprar el LED en formato panorámico 3D, un carro de la penúltima generación de marca, 16 válvulas, 230 caballo TDI intercole, un motor del que da miedo abrir el capo por si se desparraman las piezas, y lo convertimos en un puzle al que no tenemos ni idea como meterle mano, excusa no nos caben, todo esto para terminar enseñando el maletero orgulloseandonos de lo grande que es, sin tener en cuenta la capacidad de rellenar la cesta de la compra, imperando el ego de las apariencias, esas que siempre engañan, sin pararnos a pensar que el camino elegido nos precipita a una solución-penitenciaria propiedad del banco, que nos induce con dosis de estimulación como compradores compulsivos y excelentes “victiclientes” ensanchando el préstamo crediticio, haciéndonos con un chalet-pegao, ¿Que no es así, que son adosao?, ¡No hombre no ¡pegaos a los otros prestamos ya existentes, “el adose es el que nos han clavao sin anestesia”, ahora toca a un sin vivir pegado al teléfono rezando para que suene sin poder evitar que el corazón se nos acelere, ¿Serán los del banco?, ¿El director o jefe de personal del trabajo?, nos han convertido en carne de cañón con vulnaveridad en máximo riesgo, perdidos en una inestabilidad de caída libre con falsa llegada a un sinfín.
El amigo Pedro pertenece al que llamamos, nuestro mundo, al de ustedes y al mío, se situó en una empresa de venta de coches de una grandísima multinacional, fue escalando puestos, se casó, tuvo un par de hijo, un sueldo digno, hipoteca, prestamos, lo que suele llamarse una vida, un día por su bien hacer, aumentando de forma significativa las ventas en tiempo de bonanza económica, se les sube a los altares nombrándoles director general de la marca automovilística en la Isla, un cargo de gran reputación y prestigio, vamos un porvenir de garantía, cuando terminaba su trabajo vestía muy campechano, con pantalones vaqueros con algún roto que otro, algunos lo justificaban que era un tío muy moderno, pero los tiempos cambian y las personas también, el día de un mes pasado los dueños le comunica con exquisita educación, que gracias por sus servicios pero está en la “puta calle”, esa calle de miseria, de cero ingreso, de exclusión social, de extrema indigente pobreza, un amigo que en tiempos pasados nos recriminaba como buen “anticristo” la ayuda que voluntariamente otros dábamos en la construcción de la Iglesia del barrio, y a otras instituciones sin ánimo de lucro, hoy sin rencor, a Dios ponemos por testigo, está esperando un plato de comida en un comedor de caridad, con el mismo pantalón vaquero de rotos y remiendos, este pantalón se cuchichea entre la gentes que esta esperando en la cola del comedor solidario, que no pertenece a lo moderno, más bien a la gedionda moda de la pobreza, es lo que hay…………tasio…………..
Un hombre como cualesquiera, tan parecido a nosotros que se nos hace, que podríamos ser uno mismo, ninguno estamos muy lejos de una vida engordada de sucesos opulentos venidos a menos, la realidad esta aposentada en el lumbral de nuestro refugio, bueno eso creíamos, la habitaciones se achican, al salón más de lo mismo, maldecimos la hora que decidimos comprar el LED en formato panorámico 3D, un carro de la penúltima generación de marca, 16 válvulas, 230 caballo TDI intercole, un motor del que da miedo abrir el capo por si se desparraman las piezas, y lo convertimos en un puzle al que no tenemos ni idea como meterle mano, excusa no nos caben, todo esto para terminar enseñando el maletero orgulloseandonos de lo grande que es, sin tener en cuenta la capacidad de rellenar la cesta de la compra, imperando el ego de las apariencias, esas que siempre engañan, sin pararnos a pensar que el camino elegido nos precipita a una solución-penitenciaria propiedad del banco, que nos induce con dosis de estimulación como compradores compulsivos y excelentes “victiclientes” ensanchando el préstamo crediticio, haciéndonos con un chalet-pegao, ¿Que no es así, que son adosao?, ¡No hombre no ¡pegaos a los otros prestamos ya existentes, “el adose es el que nos han clavao sin anestesia”, ahora toca a un sin vivir pegado al teléfono rezando para que suene sin poder evitar que el corazón se nos acelere, ¿Serán los del banco?, ¿El director o jefe de personal del trabajo?, nos han convertido en carne de cañón con vulnaveridad en máximo riesgo, perdidos en una inestabilidad de caída libre con falsa llegada a un sinfín.
El amigo Pedro pertenece al que llamamos, nuestro mundo, al de ustedes y al mío, se situó en una empresa de venta de coches de una grandísima multinacional, fue escalando puestos, se casó, tuvo un par de hijo, un sueldo digno, hipoteca, prestamos, lo que suele llamarse una vida, un día por su bien hacer, aumentando de forma significativa las ventas en tiempo de bonanza económica, se les sube a los altares nombrándoles director general de la marca automovilística en la Isla, un cargo de gran reputación y prestigio, vamos un porvenir de garantía, cuando terminaba su trabajo vestía muy campechano, con pantalones vaqueros con algún roto que otro, algunos lo justificaban que era un tío muy moderno, pero los tiempos cambian y las personas también, el día de un mes pasado los dueños le comunica con exquisita educación, que gracias por sus servicios pero está en la “puta calle”, esa calle de miseria, de cero ingreso, de exclusión social, de extrema indigente pobreza, un amigo que en tiempos pasados nos recriminaba como buen “anticristo” la ayuda que voluntariamente otros dábamos en la construcción de la Iglesia del barrio, y a otras instituciones sin ánimo de lucro, hoy sin rencor, a Dios ponemos por testigo, está esperando un plato de comida en un comedor de caridad, con el mismo pantalón vaquero de rotos y remiendos, este pantalón se cuchichea entre la gentes que esta esperando en la cola del comedor solidario, que no pertenece a lo moderno, más bien a la gedionda moda de la pobreza, es lo que hay…………tasio…………..
