MEMBRIO: Acabo de leer en la prensa que un policía ha apuñalado...

Acabo de leer en la prensa que un policía ha apuñalado a un ex -trabajador de Bankia, que le vendió preferentes. La cosa está jodida. No obstante, ignoro el porqué le colocan la profesión al del apuñalamiento, salvo que hubiese llevado a cabo la acción en el ejercicio de la misma. Podrían haber dicho aquello de “Afectado por las preferentes, apuñala al que se las vendió…” que es lo que hubiesen escrito de ser el agresor albañil o ingeniero. La cuestión es que el ser policía o barrendero no modifica el fondo del asunto: que la cosa está jodida. Saludos. PC

PC que razón tienes, dando la noticia de esta manera, le quitan la importancia que realmente tiene y lo dramático de las PREFERENTES, vaya drama que tienen encima muchos ciudadanos y parece que no le dan solución, y hay que pensar que en esa trampa- estafa, podíamos haber caído cualquiera de nosotros.
No sabemos que repercusión tuvo la manifestación que hubo en Cáceres, en la que estuvieron pocos Membrilleros y también de Salorino estos mejor representado por lo que han contado, entendí que los ... (ver texto completo)

Estimado PC, es la consecuencia de la depresión, el engaño y la injusticia lo que desencadena estas reacciones, que vengan de quien vengan, ocasionan una actitud de tomarse la justicia por la mano con violencia y sinrazón. El mal, aunque injustificado, se podría evitar escuchando a los perjudicados y dando solución a estos problemas actuales, haciendo pagar a los verdaderos culpables de esta situación vergonzosa (sólo ha entrado un banquero en la carcel). Un abrazo.

Las preferentes... vamos ha decir algo por que no son pocos los afectados y parece ser que no todo eran ancianos. Se podria decir que el agente representaba a Caronte, que el ex trabajador pretendia viajar a cambio de la moneda, BANKIA representa fielmente al inframundo. Es como no querer que no ocurra nada, ningun drama y tener todos los ingredientes para una escabechina sea albañil, ingeniero o jubilado es querer no tener consecuencias escudandose en cristales blindados de lujosos coches de banquero.