CRONICA SOCIAL-. EL BURRO -MAL-TRATAO.
Los fuera de la justicia animal, al más noble, trabajador, agradecido, servicial, con cabeza gacha nunca a de protestar, “el burro”, no podría ser otro, con todas estas virtudes le recompensamos con un puñao de cebada, enguapandole con unas cadenas para sujetar sus patas e impedirle que sueñe con libertad, como si de un preso peligroso se tratara en la cárcel de Alcatraz, su mayor delito es saltar una pared de piedra para comer unos bocados de hierbas que no corresponde a la hacienda de su dueño, les hacemos los mayores desprecios, siendo el peor tratado y afamado entre los animales domésticos, sin ningún género de dudas, cuando intentamos descalificar a las personas porque entendemos ó damos que es torpe, tozudo, o simplemente que trabaja desproporcionadamente es “un burro”, como si nos pudiéramos comparar con tan fiel y honrado trabajador, ni el ego chovinista nos deja pensar para parar de maltratar.
Nos habrá hecho algún mal para tanta negatividad, tiranía en el trato de estaca en mano, nos acordamos de aquella regla de oro que decía “la letra con sangre entra “, entraría apretuja, ya el dolor de cabeza con un capón ejerciendo de goma de borrar, se prestaba al olvido para no recordar.
Por esta Isla, una localidad del norte, cuando el sol no hace acto de presencia por una nube que interfiere en su trayectoria no dejando pasar los rayos del sol, a esta indiscriminadamente los autóctonos le llaman culpabilizándola “la panza de burro”, ¡maldita sea ¡si siempre nos hemos negao a creer que “los burros vuelan”, mira que nos ponemos burros con tal de adjudicarnos una razón que no nos asiste, ¡Dios ¡, no valemos para defender la causa, somos tan humanos como los demás, cometiendo los mismos y más errores, queriendo hacer defensa del genuino animal, y lo hemos criminalizao, esto pasa por simular a un cronicuentista de alpargata arrimao al calor de un brasero sujeto a la mesa camilla llena de agujeros, de algún “carbón independentista” que se quiere quemar solo…ni un tizón “malhumorado” quiere compartir….
EL BURRO, es un partido político italiano, es un pueblo del norte de Colombia, el Flautista, el compañero de Shrek, a Rucio el que Sancho Panza tenia de compañero fiel y de amistad leal, tantos y tantos en cuentos e historietas que nos hicieron soñar en unos felices y buenos momentos, de los que hoy se nos hacen cortos, cuando pertenecíamos al mundo de los niños, el de la perra gorda de confites de colores y bazocas masticables de usos interminables, que desgraciadamente con el tiempo perdimos esa insana facultad que tan feliz nos hacía sentir la inocente niñez, quedándonos un minúsculo recuerdo que al paso de las hojas del calendario, cruelmente nos hace objeto de recorrido sin pausa a reflexionar, introduciéndonos en un mundo de mayores del que titubeamos si queremos participar, ingenuo soñador que ni si quiera podrás decidir, ni existe el paso pa trás, ni el emprender un nuevo viaje, ¡ale ¡nos quedamos sin colorín ni colorado, ¿Qué porque?, ¡porque lo digo yo ¡este cronicuento por mi parte se ha acabado, intentaremos seguir soñando si aún tenemos facultad para hacerlo, es lo que hay….. tasio……
Los fuera de la justicia animal, al más noble, trabajador, agradecido, servicial, con cabeza gacha nunca a de protestar, “el burro”, no podría ser otro, con todas estas virtudes le recompensamos con un puñao de cebada, enguapandole con unas cadenas para sujetar sus patas e impedirle que sueñe con libertad, como si de un preso peligroso se tratara en la cárcel de Alcatraz, su mayor delito es saltar una pared de piedra para comer unos bocados de hierbas que no corresponde a la hacienda de su dueño, les hacemos los mayores desprecios, siendo el peor tratado y afamado entre los animales domésticos, sin ningún género de dudas, cuando intentamos descalificar a las personas porque entendemos ó damos que es torpe, tozudo, o simplemente que trabaja desproporcionadamente es “un burro”, como si nos pudiéramos comparar con tan fiel y honrado trabajador, ni el ego chovinista nos deja pensar para parar de maltratar.
Nos habrá hecho algún mal para tanta negatividad, tiranía en el trato de estaca en mano, nos acordamos de aquella regla de oro que decía “la letra con sangre entra “, entraría apretuja, ya el dolor de cabeza con un capón ejerciendo de goma de borrar, se prestaba al olvido para no recordar.
Por esta Isla, una localidad del norte, cuando el sol no hace acto de presencia por una nube que interfiere en su trayectoria no dejando pasar los rayos del sol, a esta indiscriminadamente los autóctonos le llaman culpabilizándola “la panza de burro”, ¡maldita sea ¡si siempre nos hemos negao a creer que “los burros vuelan”, mira que nos ponemos burros con tal de adjudicarnos una razón que no nos asiste, ¡Dios ¡, no valemos para defender la causa, somos tan humanos como los demás, cometiendo los mismos y más errores, queriendo hacer defensa del genuino animal, y lo hemos criminalizao, esto pasa por simular a un cronicuentista de alpargata arrimao al calor de un brasero sujeto a la mesa camilla llena de agujeros, de algún “carbón independentista” que se quiere quemar solo…ni un tizón “malhumorado” quiere compartir….
EL BURRO, es un partido político italiano, es un pueblo del norte de Colombia, el Flautista, el compañero de Shrek, a Rucio el que Sancho Panza tenia de compañero fiel y de amistad leal, tantos y tantos en cuentos e historietas que nos hicieron soñar en unos felices y buenos momentos, de los que hoy se nos hacen cortos, cuando pertenecíamos al mundo de los niños, el de la perra gorda de confites de colores y bazocas masticables de usos interminables, que desgraciadamente con el tiempo perdimos esa insana facultad que tan feliz nos hacía sentir la inocente niñez, quedándonos un minúsculo recuerdo que al paso de las hojas del calendario, cruelmente nos hace objeto de recorrido sin pausa a reflexionar, introduciéndonos en un mundo de mayores del que titubeamos si queremos participar, ingenuo soñador que ni si quiera podrás decidir, ni existe el paso pa trás, ni el emprender un nuevo viaje, ¡ale ¡nos quedamos sin colorín ni colorado, ¿Qué porque?, ¡porque lo digo yo ¡este cronicuento por mi parte se ha acabado, intentaremos seguir soñando si aún tenemos facultad para hacerlo, es lo que hay….. tasio……