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MEMBRIO: Acudo a esta foto, para hablaros de una historia que...

Acudo a esta foto, para hablaros de una historia que me ocurrió junto a un amigo que aparece en ella, cuando teníamos más o menos 8-9 años. Ese amigo, es el que aparece en último lugar en cluquillas, al estilo de aquellos extremos de fútbol de antaño. El es Manuel Pardo M. (Manolo para los amigos). Marchó para Valencia con su familia en los primeros años de la década de los sesenta y, creo, que no nos hemos vuelto a ver desde el año en que nos hicimos esta foto. Sé de él,-y el de mí- por una prima suya que vive en el Palacio. Al parecer, emparentó con una sevillana jeje. Voy a la historia. Una tarde que sería a finales de mayo, (tomo como referencia el color que tenía la cebada) Manolo y yo, cogimos nuestros aros (entonces la bici era algo que ni en sueños) para dar una vuelta. Tarde ya veraniega, con calor. Comarcal, Alto de la charca, corralá de Urbano, pasamos ese paso fronterizo que marca el final de los huertos del pueblo, y tomamos el camino que va a "Los Hornos" (adivinad de quén partió la idea de hacer esa ruta) jeje. Camino adelante, dale que te pego a los aros, llegamos a un alto desde el cual, se divisa la casa de "Los Hornos" y los eucaliptos que la rodean y que tan bien yo conocía. Nos acercamos a un montón de piedras que había cerda del camino para sentarnos y descansar un rato y, al llegar al mismo, le jodimos a un lagarto el baño de sol que se estaba dando. Nos pusimos a revolver algunas piedras con la intención de trincarlo, pero, no le vimos el pelo jeje. Como era natural en estos casos, al rato, nos pusimos a cagá (con perdón) tomándonos todo el tiempo del mundo, pegaitos uno al lado del otro. Era esta necesidad algo así como de "obligado cumpilimiento" jeje. Algo instintivo. Había que cagar cuando salías al campo de correrias. No quiero ni comentar la escena, cuando éramos seis o siete los excursionistas y nos poníamos formando un circulo jeje. Pena de foto. El caso es, que, sin darnos cuenta, la tarde se puso farruca, el cielo se cubrió de nubes, sonó algún trueno y empezamos a temernos lo peor. Nos volvimos a toa leche por donde habíamos venido con los aros colgados a modo de bandolera y, llegando a los primeros huertos, aquello era ya el "Diluvio Universal". Nos refugiamos en una caseta que hay en el primer huerto a la derecha yendo hacia el pueblo, y que era de Don Celestino. No sé el tiempo que estuvimos allí pegados a la pared que nos era más favorable pero, cuando llegamos al pueblo, era casi de noche. Y calaítos hasta los huesos. Una tormenta adelantada de San Juan, nos fastió la tarde y nos hizo pasarlas canutas jeje.. Vicisitudes normales que vivíamos los chavales de aquellos tiempos, debido entre otras cosas, a que no teníamos consolas ni cacharros similares para pasar el rato en casa jeje. Saludos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Realito, te dire que yo cuando iba a caga al arroyo las noques, aquello era un sou, si iba parriba, nos juntabamos los de la calle la estacion con los de barrio nuevo, y si iba pabajo, con los de las calles, olivera, queipo de llano y esa zona y la calle valencia, ya todo eso queda para el recuerdo. Un saludo