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CRONICA SOCIAL-. PERTENECEMOS AL 50% DE LOS JOROBAOS.
Un día cualesquiera, y últimamente más habitual que lo que nos gustaría, porque no nos gusta nada, pero no porque le tengamos tirria al color blanco de sus uniformes, sino por las penitencias que nos imponen bajo amenaza de que cumplimos a rajatabla las indicaciones, o nos dan un ultimátum con código de barra de desechao, pasando a una estadística de los “jorobaos”, donde todos acaban en un sacrificio que consiste en dejar de vivir un poco más sin plus de vida, apartándonos bruscamente de esas pequeñas cosas que forman parte de aparente felicidad, compartiendo buenos ratos con el colesterol, el alcohol, la siesta, el fumar, el sedentarismo del sillón con mando en mano pasando por todas las cadenas de televisión sin quedarte con nada, pero enterándote de todas, sin comprender a ninguna, o así lo creemos, estresando el deo de la mano con nervios de latigazos para no tener que levantarte de un sillón, cómplice silencioso con espíritu sufridor, sin rechistamiento permitido, ¡ahí ¡si estos hablaran…., cuantas tonterías de difícil justificamiento, hechas normas para indisciplinas personalizadas de tirada horizontal de movimientos mórbidos.
Cuanto nos fastidia pertenecer siempre a ese maldito 50% de los jorobaos, ¡ah ¡que no hemos dicho de quien hablamos, pues claro, de los médicos, menos mal que siempre tenemos algún avispado que las coge al vuelo. Esto nos pasó en la consulta del médico, este me pregunta que le cuente que problema tengo, a tanta amabilidad me digo a mi mismo, esta es la mía, y le suelto lo de los dolores de espalda, que es muy personal y seguro que soy de esa fisquina minoría un poco rara de los que la sufrimos, el medico nos responde con rotundidad, “es la peste de nuestra época”, nos deja pasmao, no teníamos bastante con los dolores, sino que nos han descubierto la “lepra”, no te digo que a la consulta de los médicos sabes con que entras, pero nunca sabes lo que te llevas, se me queda mirándome por si quiero añadir algo más, le parecería poco su contribución a la causa, como si no tuviera uno ya bastante, me da por decirle, aprovechando el momento y apaciguar no sentirme más idiota, “cuando paso próximo a la pantalla de un televisor o intento abrir con la llave la puerta del coche me da chisporreteo de electricidad con calambre incluido”, no miento como un jabato, pero creo que le llamo la atención y nos dice: “la electricidad es posible que sea del hígado, seguro que el paladar le sepa a cobre”, ¿toma algo para la tensión? ¿para el colesterol? ¡alguna pastilla de “ZIPA” para conciliar el sueño ¡, ¡chacho ¡, que bien nos conoce, lo ha acertado todo, ¡ya ¡, se nos ha ido la olla, nos hemos confundido de facultativo, en busca de un especialista hemos ido a parar al mejor, al médico de familia, el intruso que vive con nosotros, como para confundirse, un día de estos habrá que plantearse dejar de desnudarnos con tanta facilidad, ¡oh ¡echarlo de casa, ¡que no es por pudor ¡, ya se ha encargado que lo perdiéramos, es la soberbia que nos machaca, no es posible que nos conozca mejor que nosotros mismo, me opongo, es lo que hay………………tasio……………
Un día cualesquiera, y últimamente más habitual que lo que nos gustaría, porque no nos gusta nada, pero no porque le tengamos tirria al color blanco de sus uniformes, sino por las penitencias que nos imponen bajo amenaza de que cumplimos a rajatabla las indicaciones, o nos dan un ultimátum con código de barra de desechao, pasando a una estadística de los “jorobaos”, donde todos acaban en un sacrificio que consiste en dejar de vivir un poco más sin plus de vida, apartándonos bruscamente de esas pequeñas cosas que forman parte de aparente felicidad, compartiendo buenos ratos con el colesterol, el alcohol, la siesta, el fumar, el sedentarismo del sillón con mando en mano pasando por todas las cadenas de televisión sin quedarte con nada, pero enterándote de todas, sin comprender a ninguna, o así lo creemos, estresando el deo de la mano con nervios de latigazos para no tener que levantarte de un sillón, cómplice silencioso con espíritu sufridor, sin rechistamiento permitido, ¡ahí ¡si estos hablaran…., cuantas tonterías de difícil justificamiento, hechas normas para indisciplinas personalizadas de tirada horizontal de movimientos mórbidos.
Cuanto nos fastidia pertenecer siempre a ese maldito 50% de los jorobaos, ¡ah ¡que no hemos dicho de quien hablamos, pues claro, de los médicos, menos mal que siempre tenemos algún avispado que las coge al vuelo. Esto nos pasó en la consulta del médico, este me pregunta que le cuente que problema tengo, a tanta amabilidad me digo a mi mismo, esta es la mía, y le suelto lo de los dolores de espalda, que es muy personal y seguro que soy de esa fisquina minoría un poco rara de los que la sufrimos, el medico nos responde con rotundidad, “es la peste de nuestra época”, nos deja pasmao, no teníamos bastante con los dolores, sino que nos han descubierto la “lepra”, no te digo que a la consulta de los médicos sabes con que entras, pero nunca sabes lo que te llevas, se me queda mirándome por si quiero añadir algo más, le parecería poco su contribución a la causa, como si no tuviera uno ya bastante, me da por decirle, aprovechando el momento y apaciguar no sentirme más idiota, “cuando paso próximo a la pantalla de un televisor o intento abrir con la llave la puerta del coche me da chisporreteo de electricidad con calambre incluido”, no miento como un jabato, pero creo que le llamo la atención y nos dice: “la electricidad es posible que sea del hígado, seguro que el paladar le sepa a cobre”, ¿toma algo para la tensión? ¿para el colesterol? ¡alguna pastilla de “ZIPA” para conciliar el sueño ¡, ¡chacho ¡, que bien nos conoce, lo ha acertado todo, ¡ya ¡, se nos ha ido la olla, nos hemos confundido de facultativo, en busca de un especialista hemos ido a parar al mejor, al médico de familia, el intruso que vive con nosotros, como para confundirse, un día de estos habrá que plantearse dejar de desnudarnos con tanta facilidad, ¡oh ¡echarlo de casa, ¡que no es por pudor ¡, ya se ha encargado que lo perdiéramos, es la soberbia que nos machaca, no es posible que nos conozca mejor que nosotros mismo, me opongo, es lo que hay………………tasio……………