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Ocurre muy a menudo el poco interés que prestamos a algunos alimentos. Os presentamos un plato sencillo, barato y rápido, se merece una estrella por su riqueza para nuestro organismo y os animamos a realizarlo sobre todo en esos días frescos que tanto apetece ‘’cuchara’’ ¡no os dejara mal, de eso estamos seguros ¡
El caldo: cocimos en 1 litro y ½ de agua, 1 zanahoria mediana limpia y troceada. 1 cebolla pequeña troceada. 1 tomate pequeño trocado y pescado de morralla o restos.
La receta: dejamos cocer unos 20 minutos a fuego moderado en una olla alta y tapada, una vez cocido, apartamos y colamos bien el caldo, ponemos las verdura en el vaso de la batidora de mano con un poco de caldo, batimos bien y lo añadimos al caldo con unos trozos de zanahoria sin triturar.
Si lo hacemos bien podemos desmigajar los pescado un poco que no tengan espinas y incorporarlos al caldo, pero esto con cuidado de no llevarnos ‘’intrusos’’.
Arroz caldoso de caldo (para 2): 2 puñados de arroz. El caldo de pescado con los trozos de zanahorias. 1 punta de pimentón dulce de la vera y sal (a gusto)
La receta: en una cazuela mediana con tapa, ponemos el caldo con las zanahorias, calentamos y a la que empiece a hervir por igual, añadimos el arroz, el pimentón y la sal. Dejamos cocer 12 minutos, que hierva bien con la cazuela tapada, movemos de vez en cuando, dejamos reposar 10 minutos con la olla destapada y servimos.
Notas: Los médicos en los años '70 recomendaban el caldo de cabeza de pescado para combatir dolores de cabeza, para activar la inteligencia. Pues tiene fósforo que es muy importante en la transmisión neuronal del cerebro, aparte de las propiedades que se le han descubierto, el aceite que contiene el pescado, combate el colesterol negativo que podamos tener en el cuerpo.
Es un alimento que, en ocasiones, olvidamos incluir en nuestra alimentación diaria sin recordar que es muy completo tanto en su parte nutricional como por sus propiedades curativas.
Aporta gran cantidad de proteínas de elevada calidad biológica, superior a la de la carne roja e incluso puede ser mejor digerida que ésta no sólo por sus grasas (poli saturadas), sino también por tener una menor cantidad de tejido fibroso lo que facilita su fragmentación y digestión. L & L
El caldo: cocimos en 1 litro y ½ de agua, 1 zanahoria mediana limpia y troceada. 1 cebolla pequeña troceada. 1 tomate pequeño trocado y pescado de morralla o restos.
La receta: dejamos cocer unos 20 minutos a fuego moderado en una olla alta y tapada, una vez cocido, apartamos y colamos bien el caldo, ponemos las verdura en el vaso de la batidora de mano con un poco de caldo, batimos bien y lo añadimos al caldo con unos trozos de zanahoria sin triturar.
Si lo hacemos bien podemos desmigajar los pescado un poco que no tengan espinas y incorporarlos al caldo, pero esto con cuidado de no llevarnos ‘’intrusos’’.
Arroz caldoso de caldo (para 2): 2 puñados de arroz. El caldo de pescado con los trozos de zanahorias. 1 punta de pimentón dulce de la vera y sal (a gusto)
La receta: en una cazuela mediana con tapa, ponemos el caldo con las zanahorias, calentamos y a la que empiece a hervir por igual, añadimos el arroz, el pimentón y la sal. Dejamos cocer 12 minutos, que hierva bien con la cazuela tapada, movemos de vez en cuando, dejamos reposar 10 minutos con la olla destapada y servimos.
Notas: Los médicos en los años '70 recomendaban el caldo de cabeza de pescado para combatir dolores de cabeza, para activar la inteligencia. Pues tiene fósforo que es muy importante en la transmisión neuronal del cerebro, aparte de las propiedades que se le han descubierto, el aceite que contiene el pescado, combate el colesterol negativo que podamos tener en el cuerpo.
Es un alimento que, en ocasiones, olvidamos incluir en nuestra alimentación diaria sin recordar que es muy completo tanto en su parte nutricional como por sus propiedades curativas.
Aporta gran cantidad de proteínas de elevada calidad biológica, superior a la de la carne roja e incluso puede ser mejor digerida que ésta no sólo por sus grasas (poli saturadas), sino también por tener una menor cantidad de tejido fibroso lo que facilita su fragmentación y digestión. L & L
