-25% solo aquí

MEMBRIO: Lectura del santo evangelio según san Mateo 21,23-27:...

Lectura del santo evangelio según san Mateo 21,23-27:

En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: « ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?»
Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos "del cielo", nos dirá: " ¿Por qué no le habéis creído?" Si le decimos "de los hombres", tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta.» Y respondieron a Jesús: «No sabemos.» Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.

REFLEXIÓN
La vida de los judíos, estaba regulada por la LEY, que les fue dada, si no recuerdo mal en el Deuteronomio (libro del antiguo testamento). Esta ley lo tenía todo controlado, tanto en la vida social, personal y religiosa. Todo eran ritos. Ellos creían que si cumplían todo aquello que les habían mandando eran buenos hombres, y esto agradaría a Dios. Eran tan rigurosos que si se prohibía andar tantos metros en sábado aunque alguien los necesitase no iban a ayudarle porque se lo prohibía su ley. Así cumpliendo se sentían seguros.
Y llega Jesús, que no vino a abolir la Ley sino a darle plenitud, y no entendían aquello que el "sábado se había hecho para el hombre y no el hombre para el sábado". Les descolocó, porque tenía otro vocabulario: perdón, amor, compasión, ternura, nada de juicios etc. Y para nada podían consentir que aquello en lo que habían basado su vida se desmoronara. La ley del Señor era sólo una: Amaos los unos a los otros como yo os he amado y No juzguéis para que nos os juzguen a vosotros.
Ahora también nos ocurre algo parecido con el Papa Francisco, nos asombra, nos tiene ilusionados, y sólo dice lo que ya Jesús decía hace 2000 años. No hay que hacer las cosas para cumplir mandatos, sino que debemos hacer las cosas por Amor, no para ganar nada, ya que todo se nos ha regalado.
Chus Villarroel, un sacerdote dominico, al que me encanta escuchar, dice: Las normas dentro de la Iglesia, son como las señales de tráfico, que ayudan a que no te salgas de la carretera, pero lo que hace que el motor del coche ande es la gasolina, y nuestra gasolina es el Amor de Jesús.

ALABANZA
Señor, te doy gracias, te alabo y te bendigo, porque has venido al mundo a liberar, a sanar, y a darnos esperanza. Gracias por la perseverancia que pones en tantas personas que cada día oran por los demás. Esta oración es lo que mantiene a la Iglesia en pie, y es tan necesaria, que el Papa está constantemente pidiendo que oremos por el.

PETICIÓN.
Señor, llena nuestro motor de gasolina, y que repostemos cuando se vaya acabando en la oración y sacramentos. Hoy te pedimos por todos los que en estos días no tienen con quien festejar la Navidad. Hay mucha soledad en el mundo, ten misericordia.