España es el tercer país europeo con el precio de la electricidad antes de impuesto más caro. Solo los consumidores domésticos de Irlanda y Chipre pagan más. Son datos oficiales extraídos por el Ministerio de Industria de la agencia estadística comunitaria Eurostat correspondientes al 2012. En el ránking de clientes industriales, España ocupa un lugar menos destacado y es el octavo con la luz más alta. El ministerio utiliza estos datos para justificar la reforma energética, pues aunque los españoles pagan mucho por la energía, el déficit de tarifa sigue desbocado y hay que atajarlo, razona el departamento de José Manuel Soria. En definitiva, que los ingresos no alcanzan ni de lejos para cubrir todos los gastos del sistema