Y Allí, cerca de la posada, abierta en la montaña calcarea, le señalaron una gruta que estaba habilitada para establo. Es el único refugio que pudieron encontrar los dos viajeros de Nazareth. En él, desprovista de toda asistencia, en una noche de invierno, entre el mirar asustadizo de las mansas bestias, llegó le a María la hora de dar a luz, y al filo de la medianoche, de una noche fría y oscura, nació el que es "la luz del mundo". Un albergue pobre, destartalado y lleno de telarañas fue el primer palacio de Jesús en la tierra; un pesebre sucio, su primera cuna; un asno y un buey, según la vieja tradición, los que le calentaron con su aliento. "Y Maria —dice San Lucas---le envolvió en pañales y le reclinó en un pesebre." Nuestro señor a nacido esta noche.
Lamentó que hoy en día encontrar un mendigo muerto de frío o hambre por la calle ya no sea una noticia... Lamento del que se apodera del vestido de otra persona pues ese es ladrón; pero a el que no viste al pobre y puede hacerlo ¡que debemos llamarle ¡