CARTA DOMINICAL-. LA FAMILIA.
En este sentido, señala que en el Código Civil, "el matrimonio ha dejado de ser la institución de un consorcio de vida en común entre un hombre y una mujer", convirtiéndose solo "en la institución de convivencia afectiva entre dos personas".
"Con la exclusión de toda referencia a la diferencia entre el varón y la mujer, se da vía libre a las uniones entre personas del mismo sexo" y con ello, alerta, "se han puesto las bases para la destrucción del matrimonio y de la familia".
Para el obispo, entre los efectos que tiene este tipo de uniones están "el debilitamiento del amor duradero entre los esposos, del amor materno y paterno, del amor filial, el notable aumento de hijos con graves perturbaciones de su personalidad y el desarrollo de un clima que termina con frecuencia en la violencia".
Cuestiona además que el "divorcio exprés" o las uniones de hecho sean "un verdadero progreso humano".
También ha puesto en duda que la Iglesia deba adaptarse a los nuevos tiempos al añadir que no hay que olvidar que ésta "no es dueña, sino servidora, y que no puede abandonar su fidelidad al Evangelio ni su fidelidad al ser humano según el plan de Dios".
"Se acepta como algo probado que la Iglesia se opone al presunto 'progreso' de la sociedad. Pero ¿son de verdad un progreso humano el 'divorcio exprés', las uniones de hecho, el número creciente de familias rotas o el sufrimiento de los hijos que lo padecen?",
BUENAS DIAS.
En este sentido, señala que en el Código Civil, "el matrimonio ha dejado de ser la institución de un consorcio de vida en común entre un hombre y una mujer", convirtiéndose solo "en la institución de convivencia afectiva entre dos personas".
"Con la exclusión de toda referencia a la diferencia entre el varón y la mujer, se da vía libre a las uniones entre personas del mismo sexo" y con ello, alerta, "se han puesto las bases para la destrucción del matrimonio y de la familia".
Para el obispo, entre los efectos que tiene este tipo de uniones están "el debilitamiento del amor duradero entre los esposos, del amor materno y paterno, del amor filial, el notable aumento de hijos con graves perturbaciones de su personalidad y el desarrollo de un clima que termina con frecuencia en la violencia".
Cuestiona además que el "divorcio exprés" o las uniones de hecho sean "un verdadero progreso humano".
También ha puesto en duda que la Iglesia deba adaptarse a los nuevos tiempos al añadir que no hay que olvidar que ésta "no es dueña, sino servidora, y que no puede abandonar su fidelidad al Evangelio ni su fidelidad al ser humano según el plan de Dios".
"Se acepta como algo probado que la Iglesia se opone al presunto 'progreso' de la sociedad. Pero ¿son de verdad un progreso humano el 'divorcio exprés', las uniones de hecho, el número creciente de familias rotas o el sufrimiento de los hijos que lo padecen?",
BUENAS DIAS.