Estabamos en la clase de Don Ricardo, te sentabas en una fila, yo en la otra, pasillo de por medio, pero a la misma altura, al mismo nivel; te miraba de reojo y por eso supe que el bolígrafo no se caia, lo tirabas tú a sabiendas que lo recojería, y luego con una sonrisa grande, muy grande me decias gracias.
Hola VERI os deseo un Feliz Año Nuevo, me alegro que vuelvas a abrir el postigo y asomarte.
Un abrazo
Un abrazo