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MEMBRIO: HISTORIAS QUE NO SE OLVIDAN....

HISTORIAS QUE NO SE OLVIDAN.
En esta ciudad aparecieron nubes bajas y pardas anunciando que el día se presentaba de lluvia y así ha sido no parando de llover y así se presenta la noche.
Este día nos hacer recordar cosas del pueblo que nos ocurrieron en nuestra niñez o poco más. La historia es esta como otras muchas a pesar que estuvimos poco tiempo en el pueblo para vivirlo: Fue en Parral durante el corte de encinas y en las hondonadas del Salor, ahora se dice podar encinas que es más fino, éramos una cuadrilla numerosa de obreros hechos y derechos y unos mozalbetes que también formábamos parte de la cuadrilla, los obreros cortaban las encinas y los mozalbetes cortábamos las ramas quedándolas adecuadas para hacer carbón de encina o picón. Del pueblo salimos temprano montados en caballerías toda la carretera adelante hasta tomar un camino que sale a la derecha pasando el cortijo de Parral, durante el trayecto todos se lamentaban del mal día que se presentaba y temiendo que si no se empezaba a trabajar y había que regresar no habría jornal y así fue. El dueño o arrendatario del corte era Urbano y el encargado uno que si mal no recuerdo se llamaba el tío BARQUILLERO, al llegar al lugar empezó a llover y a llover y para calentarnos hicimos grandes fogatas y a media mañana se suspendió el trabajar y regresamos al pueblo mojados hasta los huesos y arropados con una manta que ni evitaba que te mojaras ni tampoco pasar frío, sin jornal regresamos e incluso no se pudo ni hacer una pequeña carga compuesta de dos haces de leña para traerlas en la burrita o burrito y entre los dos haces montado el obrero en la caballería que esa era la costumbre de todos los días, regresar con una pequeña carga de leña.
Más, los obreros llevaban preparado el puñero con garbanzos y algo de carne, a la hora adecuada se hacía lumbre y se ponía el puchero a cocer y los mozalbetes nos encargábamos de ir echándonosle agua y esta agua se cogía del regato que tenía agua cristalina y llenábamos un cántaro y se ponía cerca de la lumbre para ir echando agua cuando hiciera falta y también el cuidado que no faltara leña en la lumbre.
Esta historia nos hace reflexionar y pensamos que la vida ha sido y sigue siendo injusta en la tierra, cuantos héroes con medallas de méritos por una causa, cuantos Santos en el altar por servir a Dios, y estos obreros que se merecen, el olvido y se acabó, pues no, para mi SANTOS Y MUY SANTOS que si en el otro mundo hay reino para gozar con Dios estos ocuparan lugar preferente.
Oye ¡Riiiiinnnnngggg....! de esto no tienes información en el archivo, claro que no tendrás si estos no figuran en las historia de héroes ni santos. Amen.