Seguramente que nunca se imaginaría D. José María, el honor que se le hace todos los años cada 6 de enero en el cacereño Paseo de Cánovas. Nosotros los membrilleros, tuvimos un gran poeta sin discusión alguna, y ahí yace en el cementerio municipal olvidado, ¿porqué no decirlo? sin... no sin lápida; sino sin letrero desde que en junio de 1978, ese gran - entre otras muchas cosas- rotulador como fue nuestro Nicolás Cornejo (también se llamaba Marcelino) Pacheco, como fué nuestro párroco DIEGO BENIGNO REGIDOR. Don Diego... no se preocupe usted, que aquí ha quedado uno para recordarlo. SALUDOS.