VALDIO, ¿Ande andas? Se habrá ido a echar la partida con M. C. Las cartas me recuerdan aquellas solitarias tardes de los domingos en el
pueblo, cuando dábamos un
paseo por la
carretera y al final terminábamos en
casa de mi
amiga M. C. Al calor de la
chimenea de su casa pasábamos las tardes enteras jugando a las cartas. Era una manera de pasarlo bien. Hoy la baraja la guardo en el bolso de la
piscina y entre baño y baño, de tarde en tarde y de
verano a verano, suelo jugar a veces, ya casi ni me acuerdo….
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