CACERES. FIESTA DE LAS CANDELAS
Antecedida de la celebración de un novenario en la Ermita de esta advocación, cabe a las murallas de la Ciudad antigua, se celebra la Fiesta de Nª. Sª. de las Candelas el día 2 de Febrero.
En la tarde de la Víspera, día 1 de Febrero, tiene lugar la Mesa de Ofrendas, celebrándose alrededor de ella, algún acto lúdico.
En la mañana del día de la Festividad, 2 de febrero, se celebra una procesión con la imagen de N ª. S ª. de las Candelas, transcurriendo su recorrido por calles de la Ciudad Monumental, hasta llegar al templo parroquial de San Mateo, donde se celebra Solemne y concurrida Fiesta Religiosa.
Jóvenes ataviadas con los trajes típicos regionales acompañan la imagen en su recorrido procesional, cantando y bailando coplas en honor a la Virgen.
De igual modo que, concluida la Fiesta Religiosa, ocurre en el traslado procesional de la imagen hasta su Ermita, en cuya entrada muchas son las personas que ponen su mirada en la vela que arde entre las manos de la imagen; pues se considera augurio de buen tiempo el que aquella entre encendida en el templo, algo así como que los rigores del invierno, climatológicamente hablando, han concluido.
Antecedida de la celebración de un novenario en la Ermita de esta advocación, cabe a las murallas de la Ciudad antigua, se celebra la Fiesta de Nª. Sª. de las Candelas el día 2 de Febrero.
En la tarde de la Víspera, día 1 de Febrero, tiene lugar la Mesa de Ofrendas, celebrándose alrededor de ella, algún acto lúdico.
En la mañana del día de la Festividad, 2 de febrero, se celebra una procesión con la imagen de N ª. S ª. de las Candelas, transcurriendo su recorrido por calles de la Ciudad Monumental, hasta llegar al templo parroquial de San Mateo, donde se celebra Solemne y concurrida Fiesta Religiosa.
Jóvenes ataviadas con los trajes típicos regionales acompañan la imagen en su recorrido procesional, cantando y bailando coplas en honor a la Virgen.
De igual modo que, concluida la Fiesta Religiosa, ocurre en el traslado procesional de la imagen hasta su Ermita, en cuya entrada muchas son las personas que ponen su mirada en la vela que arde entre las manos de la imagen; pues se considera augurio de buen tiempo el que aquella entre encendida en el templo, algo así como que los rigores del invierno, climatológicamente hablando, han concluido.