Y hablando de los peligros de las alambradas... ayer al volver de un paseo por el campo, nos encontramos una oveja atrapada por el cuello las manos y una pata en una almbrada (y menos mal... que esa no tenía pinchos) y casualidad que pasamos por allí, pero les costó soltarla, ya que la alambre que tenía por el cuello la tenía muy apretada y la pobre estaba bastante agotada de luchar contra ESA TRAMPA MORTAL para ellos. Y para colmo, como están a su suerte... AY señor...