¿Tienes un negocio?

MEMBRIO: EL PADRE ANCHIETA-. LA CEREMONIA....

EL PADRE ANCHIETA-. LA CEREMONIA.
El centro de Roma hacía la digestión del almuerzo ayer a pleno sol y con un monumental atasco de tráfico. Los carabinieri habían blindado los alrededores de San Ignacio y toda la fachada del edificio estaba vallada. Nadie pudo entrar sin invitación, ni siquiera Rosangela Dos Santos, que le imploró a un custodio explicándole que había viajado de Brasil solo para esta misa. Dentro, la tensión de los miembros de los jesuitas brasileños, que estaban a cargo de la organización, se fue relajando poco a poco.

Toda la ceremonia, excepto el discurso del Papa, fue en portugués, dada la abrumadora mayoría que representaban los brasileños entre el público. Pero además del idioma, los cariocas aportaron un estilo litúrgico propio, cargado de cánticos religiosos impregnados de la dulzura y el magnetismo del fado.

El Papa entró al templo, del siglo XVII, a las seis en punto de la tarde. Iba escoltado por los obispos de la provincia tinerfeña, Bernardo Álvarez, y la grancanaria, Francisco Cases, además de otra docena de brasileños. Los invitados habían empezado a acceder a las cuatro y media, y una hora después comenzaron las oraciones. Más de veinte filas de bancos estaban ocupadas por religiosos. A los sacerdotes les dieron una túnica color marfil para unificar su hábito. Las monjas, en cambio, dejaban ver con su vestimenta la gran diversidad de congregaciones a las que representaban.