SU AMISTAD CON SOR MARIA DE JESUS, LA SIERVITA.
De esta relación con Tenerife quedan numerosos vestigios, sobre todo en las iglesias y templos de La Laguna y Tegueste. "Regalaba piedras preciosas, sedas, damascos...", enumeró la autora. "En Santo Domingo, por ejemplo, financió una capilla, aunque no quedan restos de ella". Y la lista de contribuciones a la iglesia es larga: la iglesia del Socorro, la iglesia de Tegueste, la iglesia de Los Remedios y varios conventos.
De esa relación con las autoridades eclesiásticas nace precisamente una de las partes más curiosas de la vida del corsario: su amistad y lealtad hacia Sor María de Jesús, La Siervita. "Nadie sabe muy bien de dónde surge esa relación pero eran muy amigos. Él le pedía consejo, le consultaba sus negocios", indicó. De hecho, él llevaba reliquias de la religiosa que en alguna ocasión le salvaron la vida. "Ella era mucho mayor que él. Le llevaba más de 30 años. Su fallecimiento le produjo un gran disgusto y se encargó de pagar todos los gastos de su entierro", continuó.
De esta relación con Tenerife quedan numerosos vestigios, sobre todo en las iglesias y templos de La Laguna y Tegueste. "Regalaba piedras preciosas, sedas, damascos...", enumeró la autora. "En Santo Domingo, por ejemplo, financió una capilla, aunque no quedan restos de ella". Y la lista de contribuciones a la iglesia es larga: la iglesia del Socorro, la iglesia de Tegueste, la iglesia de Los Remedios y varios conventos.
De esa relación con las autoridades eclesiásticas nace precisamente una de las partes más curiosas de la vida del corsario: su amistad y lealtad hacia Sor María de Jesús, La Siervita. "Nadie sabe muy bien de dónde surge esa relación pero eran muy amigos. Él le pedía consejo, le consultaba sus negocios", indicó. De hecho, él llevaba reliquias de la religiosa que en alguna ocasión le salvaron la vida. "Ella era mucho mayor que él. Le llevaba más de 30 años. Su fallecimiento le produjo un gran disgusto y se encargó de pagar todos los gastos de su entierro", continuó.