2º contestacion a baleares: BALEARES. La leche joia. Un tratado de escatología en toda regla. ¡Me cago en la leche! Pos no mestan entrando ganas de ir al guerto los señores. ¡La madre que te trujo, joio pol culo! Un apretón... de manos. PC
PARA BALEARES, POR SU EMPEÑO.
¡Y vuelta la burra al trigo!: ¿no tenías bastante con el pasaje de las escuelas de los cagones? En este caso, se ve que te emocionas cuando escribes: ¿no estarías en la taza? Lo tuyo es una obsesión; pero bueno, “quod scripsi, scripsi” (lo escrito, escrito está) y, a mí, me haces entrar al trapo en temas que pertenecen a la gloria personal.
Cada mochuelo a su nido y, en este sentido, los cagaeros, los muladares, los pozos, los paseos, etc, tenían los destinatarios de su barrio; nosotros, los del oeste, la Nora y la calleja del cementerio. En ellos cada uno tenía su apostadero. La Nora, era como la Gran Via y sus depósitos, por su tamaño, forma, y variedad, delataban a sus autores; al ser una zona muy transitada por el agua, no había suelo y, por tanto, ni se criaban las malvas, ni las ortigas; era zona asombrada, pocas moscas; en fín, un sitio aseado, como debe ser (no como otros….). Yo revindico para la Nora, las TRES ESTRELLAS MICHELÍN.
Has empleado un juego tan imaginativo que me he creído por momentos que estabas hablando de una dulcería. Además, has inmortalizado un lugar defenestrado hasta por el propio Jabato; está claro que no te conocía. Un abrazo. CHENGUE
Nuestros hijos piensan que muchas cosas de las que nos tocó vivir son batallitas del abuelo. Nada más lejos de la realidad, lo que ocurre es que en estos tiempos que nos ha tocado vivir, los cambios se producen a gran velocidad. Tenemos muchas cosas para contarles que les sorprenderían. A pesar de habernos criado con menos medios y parecer más ignorantes, los niñ@s de hoy día veo que tienen menos "picardía" que nosotros. Un abrazo. arr
seguira.........
PARA BALEARES, POR SU EMPEÑO.
¡Y vuelta la burra al trigo!: ¿no tenías bastante con el pasaje de las escuelas de los cagones? En este caso, se ve que te emocionas cuando escribes: ¿no estarías en la taza? Lo tuyo es una obsesión; pero bueno, “quod scripsi, scripsi” (lo escrito, escrito está) y, a mí, me haces entrar al trapo en temas que pertenecen a la gloria personal.
Cada mochuelo a su nido y, en este sentido, los cagaeros, los muladares, los pozos, los paseos, etc, tenían los destinatarios de su barrio; nosotros, los del oeste, la Nora y la calleja del cementerio. En ellos cada uno tenía su apostadero. La Nora, era como la Gran Via y sus depósitos, por su tamaño, forma, y variedad, delataban a sus autores; al ser una zona muy transitada por el agua, no había suelo y, por tanto, ni se criaban las malvas, ni las ortigas; era zona asombrada, pocas moscas; en fín, un sitio aseado, como debe ser (no como otros….). Yo revindico para la Nora, las TRES ESTRELLAS MICHELÍN.
Has empleado un juego tan imaginativo que me he creído por momentos que estabas hablando de una dulcería. Además, has inmortalizado un lugar defenestrado hasta por el propio Jabato; está claro que no te conocía. Un abrazo. CHENGUE
Nuestros hijos piensan que muchas cosas de las que nos tocó vivir son batallitas del abuelo. Nada más lejos de la realidad, lo que ocurre es que en estos tiempos que nos ha tocado vivir, los cambios se producen a gran velocidad. Tenemos muchas cosas para contarles que les sorprenderían. A pesar de habernos criado con menos medios y parecer más ignorantes, los niñ@s de hoy día veo que tienen menos "picardía" que nosotros. Un abrazo. arr
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