La Generalitat aún paga a Pujol un despacho de 400 m, tres administrativos, asignación, coche oficial, chófer…
Gracias a una ley que aprobó él mismo, el expresident Pujol disfruta de una larga lista de privilegios que incluyen personal a su disposición o una oficina enorme en el Paseo Gràcia, una de las calles más importantes de Barcelona.
Gracias a una ley que aprobó él mismo, el expresident Pujol disfruta de una larga lista de privilegios que incluyen personal a su disposición o una oficina enorme en el Paseo Gràcia, una de las calles más importantes de Barcelona.