Hola primo, es verdad que en las
casas la mayor
sombra que había era la de los tomillos, pero ya lleva uno muchos años en el norte y aunque cuando voy al
pueblo aguanto bien el calor, se nota el cambio que hacemos estos últimos años, pasar de unos 22 o 24° y cuando llegamos al pueblo pues ronda cerca de los 40°
Un abrazo