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EL CHARCO DE ANDRÉS.
El “Charco de Andrés” nos hace recordar el “Charco de las Tres Hermanas” porque en ambos hubo accidentes que costaron vidas, está situado en un arroyo, en la finca El Parral (Nuevo). Su nombre se debe al recuerdo de un membrillero llamado Andrés, que vivía en la Calle El Coso. Este hombre se mató cazando conejos, en un vivar entre canchos que probablemente al mover la tierra con azadas u otras herramientas estos se deslizaron que cayendo sobre el mencionado le causaron la muerte a orillas de este Charco.
Por esta época, la muerte del marido (que era el que generalmente traía el jornal a casa) propiciaba el empobrecimiento de la familia. Así que la viuda de Andrés con unos cincuenta años y tres hijas al encontrarse sin ingresos tuvo la necesidad de hacerse revendedora.
Esta valiente mujer, iba en un carro a Badajoz. Allí compraba los alimentos y ropa que se escaseaban en Membrío y luego los revendía en el pueblo. Muchas veces estas revendedoras compraban el café que traían los contrabandistas de Portugal, con los consiguientes problemas con la Guardia Civil que requisaba el café, probablemente también se hallaría en esas circunstancias.
En ir y venir de Badajoz tardaba una semana e iba sola en el carro, sin más compañía que la caballería que tirara del mismo. Así logró sacar adelante a su familia. La mujer de Andrés, como muchas otras, fue una superviviente que al faltar el marido la principal salida para vivir el destino era ser revendedoras, unas iban a San Vicente, Valencia de Alcántara, Badajoz…...
Estos hechos me los ha contado mi tío Vicente, una fuente valiosa de información para conocer la historia real de Membrío.
El “Charco de Andrés” nos hace recordar el “Charco de las Tres Hermanas” porque en ambos hubo accidentes que costaron vidas, está situado en un arroyo, en la finca El Parral (Nuevo). Su nombre se debe al recuerdo de un membrillero llamado Andrés, que vivía en la Calle El Coso. Este hombre se mató cazando conejos, en un vivar entre canchos que probablemente al mover la tierra con azadas u otras herramientas estos se deslizaron que cayendo sobre el mencionado le causaron la muerte a orillas de este Charco.
Por esta época, la muerte del marido (que era el que generalmente traía el jornal a casa) propiciaba el empobrecimiento de la familia. Así que la viuda de Andrés con unos cincuenta años y tres hijas al encontrarse sin ingresos tuvo la necesidad de hacerse revendedora.
Esta valiente mujer, iba en un carro a Badajoz. Allí compraba los alimentos y ropa que se escaseaban en Membrío y luego los revendía en el pueblo. Muchas veces estas revendedoras compraban el café que traían los contrabandistas de Portugal, con los consiguientes problemas con la Guardia Civil que requisaba el café, probablemente también se hallaría en esas circunstancias.
En ir y venir de Badajoz tardaba una semana e iba sola en el carro, sin más compañía que la caballería que tirara del mismo. Así logró sacar adelante a su familia. La mujer de Andrés, como muchas otras, fue una superviviente que al faltar el marido la principal salida para vivir el destino era ser revendedoras, unas iban a San Vicente, Valencia de Alcántara, Badajoz…...
Estos hechos me los ha contado mi tío Vicente, una fuente valiosa de información para conocer la historia real de Membrío.
Gamito o Valdio le preguntáis al tío Vicente si me ha salido el escrito bien, regular o me falta algo. Un abrazo.
