Si los labradores de los Hornos y Rehoyos vieran este montón de trigo les daría un patatús y no se recuperarían nunca, ellos en la labranza haciendo surcos de uno en uno que se mareaba la yunta de tanto ir y venir al mismo sitio, y en la siega, en la siega dando pasos cortos y cogiendo las mieses de manojo en manojo. ¡Jesús, Jesús……………………. pero si lo que cosecharon en su vida no superaría este montón!.