Si los labradores de los Hornos y Rehoyos vieran este montón de trigo les daría un patatús y no se recuperarían nunca, ellos en la labranza haciendo surcos de uno en uno que se mareaba la yunta de tanto ir y venir al mismo sitio, y en la siega, en la siega dando pasos cortos y cogiendo las mieses de manojo en manojo. ¡Jesús, Jesús……………………. pero si lo que cosecharon en su vida no superaría este montón!.
Nunca, jamás vimos segar pero si trillar a los labradores de "Hornos y Rehoyos"... la escuela estaba lo primero; como lo primero era deshacer las "hacinas" y extenderlas en circulo y formar la "parva", que un burro cogido el ronzal se encargaba de desmenuzar; después venía el trillo, que era más divertido; ya que te podías sentar al lado del afanoso labrador y oirle como daba la "voz de mando" al animal o animales que tiraban del dentado trillo. Se descansaba para ir a comer debajo del "sombrajo", hecho con cuatro palos, algunas retamas y unos cuantos "trapos"; cuyo rutinarios "manjares" eran el "aguaillo", había que se haabilidoso para "pillar" un trozo de tomate en medio de pan duro "amollecido" que daban vuelta en el cuenco de madera y que uno intentaba apartar; después venía la pringosa y "colorá" chacina en fiambrera de corcho, situada al lado de las "cuernas" que contenían sal, aceite y vinagre. La pequeña sieta... y a esperar si la tarde era buena para limpiar la parva... todo era si se movía el "aire" y desde donde soplaba. El trigo limpio era echado de formar ceremoniosa, artesanal y apreciada... del apreciado cereal en blanco sacos de fuerte lienzo y de forma alargada para su mejor manejo. En Castilla y León aún nos choca cuando al trigo en toda su extensión le llaman: "pan"; está sembrado de "pan" se le oye rumorear. Viene la noche... hay que preparar las sopas... da igual que sea de patatas o de tomates sea. Y preparar la cama cerca de de los "arcales", que a las 5 hay que estar arriba, ¿que será o pasará con las 5? Eso lo comentaremos otro día; porque las 5 -hemos dicho- dan enseguida. SALUDOS.
Se te olvida algo de la era que conociste, cuando la noche estaba tormentosa no se dormía en la parva y si en el sombrajo y sabes cuál era el colchón del camastro, el jergón del burro y de almohada lo que pillaras que incluso podía ser el morral con paja también del burro y aunque parezca guarrería pues sano sería porque nunca cogimos enfermedad alguna. ¡Ay ¡la era y ahora convertida en una charca. Saludos.